La Presidenta se tomará el tiempo de reposo más largo desde que llegó a la Casa Rosada. Hasta ahora, el período de convalecencia más extenso fue de veinte días, después de la operación de tiroides que le habían practicado en enero del año pasado. En aquella oportunidad, la mandataria se tomó una licencia y dejó al vicepresidente Amado Boudou a cargo, una posibilidad que el Gobierno está analizando si vuelve a aplicar.
Boudou debió volver ayer con urgencia desde Brasil, adonde se encontraba en misión oficial. El Vice mantuvo reuniones con distintas autoridades políticas brasileñas, como el ministro de Hacienda Guido Mantega y el titular del Senado brasileño Renán Calheiros. Incluso tenía programado otro viaje.
No sería la primera vez que a Boudou le toca trabajar de presidente por varias semanas. En enero del 2012, mientras Cristina se recuperaba de la extirpación tiroidea, el ex ministro de Economía ocupó el sillón de Rivadavia. Sin embargo, en la práctica, solamente se encargó de las cuestiones protocolares, como reuniones, actos y firmar decretos.
Durante aquel período, el verdadero cerebro fue Carlos Zannini, amigo histórico de la Presidenta y secretario Legal y Técnico. Según trascendió de fuentes cercanas a la Casa Rosada, el Gobierno analizaba anoche con sus abogados la posibilidad de una licencia. El hombre que presidía esa reunión era Zannini.