Como en un partido de fútbol, los gobiernos de Brasil y Uruguay se unirán para hacerle “el 2-1” a Argentina y pedirle que acepte la rebaja del Arancel Externo Común (AEC) que rige de hecho en el Mercosur, ante la “neutralidad” de Paraguay, que asumirá la presidencia “pro tempore” de un bloque cargado de tensiones.
El pedido comenzará a realizarse entre el lunes y hasta el miércoles cuando se reúnan, de manera virtual los cancilleres y los ministros de Economía de los cuatro países, previo a la Cumbre de Mandatarios prevista para el jueves y viernes próximo.
Las reuniones iban a ser presenciales en Brasilia, pero la decisión del presidente Alberto Fernández de invitar a Luiz Inacio “Lula” da Silva a los festejos de la democracia en Argentina el pasado viernes 10 de diciembre, hicieron que el mandatario brasileño, Jair Bolsonaro dejara de lado el encuentro “cara a cara” para limitarse a un zoom.
Una semana antes de que se produjera este nuevo desaguisado, el secretario de Comercio Exterior del Ministerio de Economía de Brasil, João Luis Rossi, adelantó que en estas reuniones le planteará al resto de los socios del Mercosur que “tomen de manera permanente” la rebaja al 10% que le aplicó al 87% de los productos que están bajo el AEC.
“Estamos negociando con los socios para llegar a 100% (de los bienes y servicios) y transformar esa medida (la baja de aranceles), que hoy es de carácter temporario, en una reducción permanente”, dijo Rossi en declaraciones en la Federación de Industrias del Estado de Rio de Janeiro.
Al mismo tiempo, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, anunciaba que encabezará una gira por varios países para buscar acuerdos comerciales que le permitan atraer inversores a Uruguay.
Antes de su visita al Congo, para pasar junto al contingente uruguayo allí la Navidad, el jefe de Estado viajará a Qatar y a Brasil acompañado del canciller Francisco Bustillo para ampliar las negociaciones.
“No soy de los que dicen que hay que desestimar esas cosas, pero hay que buscar caminos accesorios o complementarios”, dijo Lacalle Pou en referencia al Tratado de Libre Comercio (TLC) entre el Mercosur y la Unión Europea, la semana pasada ante la Cámara Española de Uruguay.
En ese encuentro, el mandatario adelantó que durante la cumbre del Mercosur buscará convencer a sus otros socios de ir rumbo a una flexibilización y salir al mundo.
“Es notorio que algunos países más grandes pueden darse algunos lujos que nosotros no podemos”, dijo Lacalle Pou, en alusión a Argentina y Brasil, para insistir en que “Uruguay es en tanto y cuanto se abra. Y nosotros vamos a abrirnos al mundo. Lo dijimos en campaña y lo estamos haciendo”.
“Ya empezamos con China, pero vendrán otros. Uruguay va a jugar en cancha grande y va a ganar en cancha grande. Porque confiamos en los uruguayos. Y ese es el camino que hemos elegido”, remarcó el mandatario.
Muy lejos quedó marzo, cuando se cumplieron los 30 años de la confirmación del bloque regional y el presidente Alberto Fernández “invitó” a “dejar el barco” a aquellos que sentían como “un lastre” el Mercosur, como había sugerido Lacalle Pou.
Lo cierto es que en junio pasado, tanto Brasil como Uruguay manifestaron la necesidad de abrir sus economías, ante la negativa de Argentina y el silencio de Paraguay. Para la Argentina es clave fortalecer sus exportaciones en 2022.
El propio ministro de Economía de Brasil, Pablo Guedes, fue quien dijo a mediados de agosto que, la diferencia de velocidades en la apertura económica entre los países del bloque “dejará al Mercosur más parecido con un área de libre comercio”, sin AEC, y solo con preferencias internas.
De manera paralela, Bolsonaro reveló que “estamos en negociaciones con Argentina” para comprar gas de Vaca Muerta, el cual “saldrá algún día, porque no es fácil empezar a importar gas, crear, y construir los ductos”.
Ahora, a Argentina le queda avanzar con ese proyecto para que Brasil construya un gasoducto que lleve fluido desde Vaca Muerta hasta el centro del gigante sudamericano, para su industria petroquímica.
Todo estos movimientos se dan en momentos en que el intercambio comercial entre los dos socios más grandes del Mercosur alcanzó entre enero-noviembre a los US$ 21.628 millones, un 46,1% interanual de lo transado en el 2020.
Además el déficit comercial de Argentina mostró una disminución de 64,8%, al situarse en US$ 202 millones frente a los US$ 572 millones en el mismo período del año pasado.
Respecto a las perspectivas, desde la consultora Abeceb indicaron que hacia fines de 2021 prevén que el intercambio comercial con Brasil se sostenga en niveles elevados. Sin embargo, con vistas a 2022 afirmaron que hay una serie de interrogantes que generan incertidumbre sobre el Comercio Bilateral.
“Tanto Brasil como Argentina se encontrarán en 2022 ante un contexto internacional no tan auspicioso. En primer lugar, la subida de tasas de la FED puede provocar una caída en el precio de las commodities, lo que reduciría el ingreso de divisas a ambos países. En segunda instancia, el riesgo incipiente del surgimiento de una nueva variante, como lo puede ser ómicron, podría generar un freno en la recuperación de varios países y generar nuevas distorsiones en los flujos de Comercio Internacional”, analizó.
Y añadió: “Por otro lado, con relación al sector automotriz, la crisis de los chips semiconductores presente en el gigante latinoamericano no parece tener una solución a corto plazo. Esto se debe a que la escasez de dichos insumos solo podría verse compensada con una elevada inversión de las empresas para elevar la capacidad de la producción, algo poco factible en un entorno político y económico poco estable”.
Cinco cortes parrilleros para la mesa de Navidad
“Vamos a seguir trabajando para garantizar la disponibilidad en todo el país de estos cinco cortes parrilleros: asado, vacío, matambre, falda y tapa de asado. Queremos que las argentinas y los argentinos disfruten de los festejos con precios justos y accesibles”, señaló el secretario de Comercio, Roberto Feletti, ayer en Twitter luego de otorgar concesiones para la exportación de carnes.
Ayer el Gobierno avanzó en su intención de rebajar el precio en los mostradores y en una reunión con representantes del sector frigorífico acordó el pleno abastecimiento a valores “accesibles” de cinco cortes parrilleros durante las Fiestas de Fin de Año.
Los empresarios se comprometieron a entregar en todas las bocas de expendio del país asado, vacío, matambre, falda y tapa de asado, a valores “estables” y sin faltantes.
No obstante, el comunicado oficial difundido por el Ministerio de Desarrollo Productivo no precisó los precios de referencia a los que debieran venderse los cortes mencionados. Solo se refirió a la voluntad del Gobierno de que sean “sensiblemente menor” a los que actualmente rigen en el mercado. También participaron el subsecretario de Políticas Antonio Mezmezian, y representantes del Consorcio ABC-frigoríficos exportadores de carne.