El día después ya llegó y la campaña está cerca. Con optimismo también sobre un plan de vacunación durante el verano, el gobierno de Alberto Fernández no esperó el inicio del año electoral para inyectar dinero en la obra pública, la gran apuesta no solo para reactivar la economía, sino también para ganar los comicios de medio término: ya están en marcha 652 obras en todo el país con una inversión de $ 450 mil millones.
Mientras se instala la palabra “ajuste” ante las últimas medidas económicas que incluyeron la reducción de programas sociales implementados por la pandemia y el Gobierno busca contrarrestarla asegurando que “el Estado no se retira”, el Presidente pide motorizar la obra pública como plan para mostrar gestión, reactivar la economía y generar empleo. Las elecciones están cerca y la obra pública debe quedar afuera de cualquier programa de austeridad este año y el próximo en el que se duplicará su presupuesto.
Las miradas están puestas en el Ministerio de Obras Públicas a cargo de Gabriel Katopodis, un área que desde 2018, durante la gestión de Mauricio Macri, ingresó en una parálisis que llevó a una caída de la actividad y pérdida de empleo que también se vio afectada durante la pandemia.
Desde obras en hospitales y construcción de unidades sanitarias en destinos turísticos para contener la pandemia hasta la construcción de cárceles, escuelas, ampliación de universidades, rutas, pavimento, red de agua potable y cloacas. En la actualidad, hay 652 obras en ejecución con una inversión de $ 449.531 millones. Todas ellas serán inauguradas en los meses previos a las elecciones.
La provincia de Buenos Aires comandada por Axel Kicillof es la que encabeza el ranking de la obra pública. Hay 313 obras vigentes que representan un costo de $ 226.680 millones. La Dirección Nacional de Vialidad es la que mayor dinero aporta ($ 104.946) con extensiones de autopistas y rutas, seguida de Agua y Saneamientos Argentinos (AySA). El organismo a cargo de Malena Galmarini desembolsa $ 87.345 millones para obras que ya se iniciaron para ampliar el servicio de agua corriente y cloacas en el conurbano bonaerense. A través de ENOHSA (el ente con el que el Estado llega al resto del país con obras de agua y saneamiento), el interior del territorio bonaerense cuenta con una inversión de $ 998 millones. Desde la Secretaría de Infraestructura y Política Hídrica ya se presupuestaron $ 22.036 millones y desde la Secretaría de Obras Públicas se desembolsan $ 11.354 millones para la construcción de cárceles, unidades sanitarias y centros de desarrollo infantil, entre otras obras.
Con las 313 obras en marcha, la provincia gobernada por Kicillof que representa casi el 40% de la población del país posee el 48% de las construcciones vigentes, mientras que el porcentaje sube al 50,42 si se tiene en cuenta los montos destinados. Desde el Ministerio de Obras Públicas explicaron que estos desembolsos se equilibran con el presupuesto 2021, ya que muchas de las tareas en las que se avanzan durante este año tuvieron que ver con la necesidad de retomar construcciones paralizadas pero presupuestadas años anteriores.
Córdoba es el segundo territorio en cantidad de habitantes (8,2%) y posee 57 obras en vigencia con un costo de $ 29.858 millones (6,64%). La inversión principal en la provincia gobernada por Juan Schiaretti se da desde la Dirección Nacional de Vialidad. Este gobernador fue el único peronista que se mantuvo al margen de la elección presidencial pero con la asunción de Alberto Fernández mostró acompañamiento a distintos proyectos impulsados por el oficialismo como sucedió en la última votación con el Aporte Solidario y Extraordinario.
En la lista sigue Santa Fe a cargo de Omar Perotti que posee casi el 8% de la población y el 4,67% de gastos en obra pública que llega a $ 21.012 millones.
La Ciudad de Buenos Aires que posee casi 3 millones de habitantes y representa el 7% de la población es la que menos inversión tiene al día de hoy con solo el 0,33 % ($ 1.523 millones). La explicación es que en el distrito gobernado por Horacio Rodríguez Larreta no hay obras de vialidad ni de agua potable y saneamiento que son las que poseen mayores costos en el resto del país.
Por encima de Capital Federal, San Juan contabiliza $ 20.030 millones (4,45 %); Chaco $ 18.012 millones (4%), Río Negro $ 14.298 millones (3,18%); Entre Ríos $ 12.693 millones (2,82%), Mendoza $ 12.512 millones (2,78%); Neuquén $ 10.928 millones (2,43%); La Rioja $ 10.258 millones (2,28%); Misiones $ 9.365 millones (2,08%); Santiago del Estero $ 8.775 millones (1,95%); Corrientes $ 8.320 millones (1,85%); Chubut $ 7.167 millones (1,50%); Salta $ 6.171 millones (1,37%); Catamarca con $ 5.803 millones (1,29%); Formosa $ 5.728 millones (1,27%); Tucumán $ 5.688 millones (1,26%); Jujuy $ 4.539 millones (1%); La Pampa $ 3.542 millones (0,78%); San Luis $ 2.721 millones (0,60%); Tierra del Fuego $ 2.341 millones (0,52%) y Santa Cruz $ 1.569 millones (0,34 %).
Al nombrar a Jorge Ferraresi al frente del Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat, el Presidente también le pidió celeridad en las obras, sobre todo en las diez mil viviendas que quedaron paralizadas desde 2015 y sin entregar durante la gestión macrista. En la Casa Rosada, el Presidente ya tiene apodo: “Alberto, el constructor”, le dicen cada vez que presenta una nueva inversión que en los próximos meses y en plena campaña electoral se traducirán en imágenes de obras finalizadas acompañadas del eslogan “Reconstrucción Argentina”.