La causa judicial que investiga a Pablo Moyano en su rol como dirigente del club Independiente podría traer importantes novedades en las próximas semanas luego del fin de la feria de enero. Mientras que el suspendido juez Luis Carzoglio espera una definición sobre su situación, continúa al frente de la investigación la jueza subrogante Estela del Carmen Mollo. Pero el 3 de febrero la reemplazará otro subrogante y, según pudo saber PERFIL, el fiscal de Lomas de Zamora Sebastián Scalera podría pedir, otra vez, la detención del titular del gremio de Camioneros.
Carzoglio dejó su cargo el 4 de diciembre y el plazo de la suspensión termina el 6 de marzo. Sin embargo, su situación aún no está definida. Todo el proceso quedó en manos del presidente de la Corte Suprema de la provincia de Buenos Aires, Julio Pettigiani, debido a que el jury que lo desplazó le otorgó la facultad para tener la última palabra. Puede restituirlo o sacarlo del juzgado de forma permanente.
Las fuentes judiciales consultadas por este medio dejaron claro que la situación "está lejos de tener un resultado probable" y el resultado es incierto. Hasta entonces, Carzgolio prefiere no hablar con los medios de comunicación, sobre todo después de su enfrentamiento abierto con algunos de ellos por el tratamiento que le dieron a su fallo que le permitió a Moyano mantener la libertad.
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Subrogantes. En medio de esta primera situación, fue la doctora Mollo quien tomó la causa pero no realizó grandes movimientos al respecto. Según consignó este medio, a comienzos de febrero ingresará otro subrogante en su lugar y se quedará al frente de la investigación hasta que se confirme o no la suspensión de Carzoglio. Las fuentes judiciales afirmaron a Perfil que, tras estos cambios, el fiscal Scalera irá a la carga contra Moyano con nuevas pruebas y el sindicalista podría terminar detenido.
Días atrás el periodista Gustavo Grabia publicó en Infobae datos de alto impacto. En primer lugar señaló que Scalera tomó dos nuevas declaraciones testimoniales, del ex presidente del club, Javier Cantero, y del barra Gastón Marone. Este último se presentó como un amigo de Bebote que tenía información y aseguró, según el portal, que tras la renuncia de Cantero en abril del 2014 acompañó a Bebote hasta un club de barrio en Floresta a reunirse con Pablo Moyano. Según su versión, allí se coordinaron las concesiones que el club, con Moyano en el poder, le daría a la barra brava por haber ayudado a la destitución de Cantero. El extitular del club le habría dicho al fiscal que en 2012 tuvo una reunión con los Moyano donde les pidió "colaboración para el club". A cambio, los dirigentes del camionero comenzaron a extorsionarlo hasta forzar su renuncia, consignó.
