La presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, desembarcará el miércoles en Mendoza para apuntalar al candidato a gobernador oficialista Adolfo Bermejo. Tras sellar un acuerdo con el gobernador Francisco Pérez –con quien se había peleado para las internas–, la Casa Rosada encolumnó a todo el kirchnerismo detrás de Bermejo, con la intención de pelearle la elección al opositor Alfredo Cornejo (apoyado por Mauricio Macri y Sergio Massa).
Cristina hará un anuncio vinculado a la megaobra del dique Los Blancos. En Mendoza, el Frente para la Victoria quedó a cuatro puntos del Frente Cambia Mendoza. “Va a ser una elección difícil, peleada, con resultado abierto”, anticipó una fuente del comando de campaña de Bermejo. “Pero va a ir acompañada de más recursos para la Gobernación”, adelantó la misma fuente. Lo más probable es que gane Cornejo, que tiene el sostén del radicalismo, el macrismo, el massismo y los demócratas. Pero el final es abierto.
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En el resto de las elecciones anticipadas, el kirchnerismo visualiza un escenario complejo. En Santa Fe dan por descontada una victoria reñida del candidato del PRO, Miguel del Sel, sobre el socialista Miguel Lifchitz. En esa provincia el oficialismo saldrá tercero con Omar Perotti. Muchos votos peronistas podrían ir a parar al socialismo, en una suerte de acuerdo no escrito para empujar a Lifchitz al triunfo.
En Córdoba consideran que la victoria será del “delasotista” Juan Schiaretti. Imaginan una mala performance del radical macrista Oscar Aguad, que estaría peleando el segundo lugar con el kirchnerista Eduardo Acastello.
En Tierra del Fuego la elección está polarizada entre Roxana Bertone y Federico Sciurano –actual intendente de Ushuaia–, un radical que tiene el apoyo del massismo y del PRO. En Río Negro, Miguel Pichetto está por debajo del opositor Alberto Weretilneck, pero el oficialismo cree que la contienda será pareja.
En la Capital Federal dan la batalla por perdida. Aunque tiene amplio apoyo del gobierno nacional, Mariano Recalde no lograría arrebatarle el segundo puesto a Martín Lousteau y quedaría afuera de una segunda vuelta. Con este calendario, el oficialismo no ganaría ninguna de las provincias que adelantaron elecciones a excepción de Chaco.
