Mientras la curva de contagios sigue mostrando nuevas cifras récord día tras día, la tensión entre la Provincia y la Ciudad por cómo administrar la cuarentena también viene en franco ascenso, con el gobierno nacional evaluando la situación y, por el momento, mediando como un árbitro. Ayer, Horacio Rodríguez Larreta y Axel Kicillof volvieron a hablar por teléfono para intercambiar opiniones sobre cómo deben seguir las medidas de aislamiento. Y por la tarde se comunicaron los ministros de Salud de las tres administraciones y sus equipos técnicos, que decidieron volver a reunirse en los próximos días.
Así, el Gobierno porteño seguirá resistiendo las presiones de la Provincia. Es que las cifras conocidas ayer vuelven a poner de manifiesto que la curva está acelerada en el Conurbano. De los 1.531 casos confirmados anoche, 849 fueron en territorio bonaerense. Hasta el lunes reportaba 300 casos diarios promedio. El martes superó los 600, el miércoles los 700 y ayer los 800. La Ciudad, en cambio, viene estabilizada en 500 casos diarios.
En los últimos días, el gobierno bonaerense viene planteando la necesidad de volver para atrás con las flexibilizaciones realizadas. El viceministro de Salud, Nicolás Kreplak, planteó ayer en declaraciones a CNN Radio que "volver para atrás es una de las posibilidades más fuertes". "La discusión en las últimas semanas es cómo abrimos más en pleno aumento de los casos, pero lo que hay que discutir ahora es cómo nos cuidamos más, cómo salimos menos y cómo hacemos para mejorar el distanciamiento social", expresó.
El caso de los runners es uno de los ejes de discusión. Se vuelven a reunir la semana próxima.
En el Gobierno porteño, en tanto, no quieren saber nada con retroceder a la primera fase de la cuarentena. "Nuestros números, tanto de tasa de contagio, duplicación o el R0, no te muestran que tenemos que volver para atrás", sostienen cerca de Larreta. Sin embargo, en Provincia reclaman que las autorizaciones sean coordinadas, para no generar mensajes diversos a la población del área metropolitana.
El caso de los runners es uno de los ejes de discusión. Las imágenes de la gente corriendo el lunes por la noche en los parques de la Ciudad generaron zozobra y preocupación. Desde Nación y Provincia se encendieron luces de alarma. En el Conurbano no están permitidas las salidas recreativos y deportivas, por lo que temen que esas imágenes generen un efecto contagio y se empiecen a replicar en suelo bonaerense. Esto fue un tema de conversación en una reunión vía Zoom que tuvieron ayer los ministros. “Se habló de que lo de los runners fue desacertado”, describió una fuente que participó del encuentro virtual. Funcionarios de la Ciudad, no obstante, ya celebraban entre semana que las imágenes de los días sucesivos fueron mejores, sin aglomeraciones y respetando el distanciamiento social.
“Fue una buena reunión, no para buscar culpables, sino para avanzar a un lugar en conjunto”, resumen desde el rincón porteño. A principios de la semana próxima volverán a reunirse para seguir analizando cómo seguir. El presidente Alberto Fernández fue de los primeros en plantear, este lunes, que por la cantidad de contagios “deberíamos volver a una cuarentena absoluta”, aunque aclaró que no era algo definido.
En la reunión de ayer, según reconstruyó PERFIL, Ginés González García mantuvo una postura de “coordinador”. El mensaje que bajó, sin embargo, es que se debían bajar “medidas claras para toda la sociedad”. En la Ciudad mantiene un diálogo fluido con Nación para evitar que las presiones de Provincia surtan efecto. “Los vemos más abiertos a la evidencia y el análisis”, relatan. En el gobierno de Kicillof, en tanto, apuestan a que lo antes posible se incorporen medidas más restrictivas, aunque no tienen definido cuándo. “Esto es día a día”, sostienen.