Oscar Centeno, ex chofer de Roberto Baratta, declaró en la mañana de este jueves ante el fiscal federal Carlos Stornelli como "imputado colaborador" en el marco de la megacausa por presuntas coimas en obras públicas que lleva adelante el juez Claudio Bonadio.
Centeno, el primero de la seguidilla de detenciones que ordenó Bonadio en el expediente, se acogió luego al regimen de arrepentido, en busca de reducir su eventual condena a cambio de aportar información verídica y contrastable que sea útil para el avance de la investigación, iniciada por información suministrada por el periodista Diego Cabot del diario La Nación.
Oscar Centeno, ex chofer de Baratta, habría realizado anotaciones en ocho cuadernos durante más de diez años sobre el presunto circuito de pago de coimas del kirchnerismo. Su testimonio podría ser clave para que la causa avance.
En ese marco, Centeno aceptó ingresar al Programa Nacional de Protección a Testigos e Imputados, que está bajo la órbita de la Subsecretaría de Política Criminal del Ministerio de Justicia de la Nación. El mismo se dirige a aquellos testigos e imputados que puedan aportar información valiosa para una investigación judicial y brindarles medidas de protección para que con sus declaraciones no corran riesgos.
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Centeno no es el primer hombre con vínculos con el kirchnerismo en convertirse en "arrepentido". Al programa ya se acogieron el presunto testaferro de Amado Boudou, Alejandro Vandenbroele, y el valijero Leonardo Fariña.
Vandenbroele se convirtió en el primer arrepentido de una causa de corrupción y generó un giro de alto impacto. Con su testimonio, homologado por el juez Ariel Lijo, complicó a Boudou en el expediente de la ex Ciccone Calcográficaa al afirmar que hizo negocios para él y que lo vio dos veces.
Tras la declaración de Vandenbroele, Lijo citó a indagatoria al banquero Jorge Brito, al ex titular de la AFIP kirchnerista, Ricardo Echegaray, y a Gildo Insfrán, gobernador de Formosa, tres personajes importantes de la trama entorno de la empresa de billetes, pero que nunca habían sido alcanzados por la Justicia.
Alejandro Vandenbroele fue aceptado como "arrepentido"
En abril de 2016, Fariña declaró por más de doce horas en el marco de la denominada causa por la ruta del dinero K frente al juez del caso, Sebastián Casanello y dio detalles de la operativa. Su exposición complicó a Lázaro Báez, presunto testaferro de la familia Kirchner.
Tras conocerse el acuerdo al que llegó Vandenbroele, Fariña pidió la llamada “audiencia de homologación” a Casanello para firmar el acta bajo la nueva ley del arrepentido.
Casos particulares. El condenado por el Triple Crimen de General Rodríguez Martín Lanatta y el narcotraficante Esteban Ibar Pérez Corradi también buscaron obtener beneficios con sus declaraciones.
Lanatta declaró ante las cámaras de televisión en plena campaña electoral de 2015 que el entonces candidato a gobernador Aníbal Fernández era “la Morsa”, personaje central en la trama y que fue él quien ordenó los asesinatos. No obstante, ante la Justicia no consta ningún aporte que haya ido en esa dirección.
Por su parte, Pérez Corradi llegó a Argentina extraditado desde Paraguay en medio de un enorme operativo de seguridad y promesas de declaraciones significativas que, por ahora, no llegaron.