“Por el momento no se va”. Tras la nota de Perfil.com el jueves pasado sobre la salida de Jorge Triaca de la cartera laboral, el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, ensayó una original forma de desmentirlo. Sin embargo, los tiempos se aceleraron: Triaca anunciará mañana formalmente su alejamiento del despacho del piso 13 de Leandro Alem al 600 que lo cobijó durante casi tres años.
En rigor, Triaca dejará su cargo en diciembre, luego de la cumbre del G20, en el marco de una reestructuración del gabinete de Mauricio Macri, tal como adelantó este medio. Hoy, en un encuentro del gabinete nacional, Triaca le anunció a los principales funcionarios nacionales su alejamiento.
Uno de los objetivos: renunciar en el marco de un acuerdo con Dante Sica y sin críticas, al menos a viva voz, con Mauricio Macri y la Casa Rosada. Es más, por estas horas Triaca trabaja en que su equipo permanezca en el área de Trabajo.
Avanza el plan de Sica para reemplazar a Triaca y Etchevehere
Por ello, solo resta su reemplazo. Aunque fuentes oficiales afirman que existe la posibilidad de que se disuelva el cargo de Secretario de Trabajo y que todos los funcionarios que hoy reportan a Triaca pasen a reportar directamente a DanteSica.
Para Macri era una renuncia que no quería: tanto él como el jefe de gabinete, Marcos Peña, sostuvieron a Triaca en su peor momento, cuando se cruzaron la denuncia de su ex empleada, las irregularidades en la intervención del sindicato del SOMU y los nombramientos de su familia en el Estado. En ese momento decidieron sostenerlo, en especial por dos motivos: Triaca siempre fue un hombre importante para el proyecto macrista y, sobre todo, había comenzado a dar batallas contra muchos gremios, en particular, con el clan Moyano.
Dante Sica tuvo que salir a aclarar la salida de Jorge Triaca
“No está enojado, se va bien, veremos qué pasa con la gente de él”, afirmó una fuente de Casa Rosada. Por ahora, a corto plazo, Triaca volvería al llano a barajar y dar de nuevo. El ofrecimiento de una embajada no lo convenció aún.
En el entorno presidencial vieron con buenos ojos su alejamiento ya que, además, Sica venía pidiendo ser el único interlocutor con los sindicatos. Peronista, y pragmático, el ministro pretendía tener el control total de los vínculos y, sobre todo, tomar el control del área laboral. Algo similar viene intentando en Agroindustria aunque Luis Etchevehere, el secretario del área, sigue resistiendo y desliza que tendría que ser Macri quien le pida que se aleje. El último viaje a China del secretario en un foro en China lo dejó a Sica en Buenos Aires sin pasaje. La interna promete continuar.