La firma de Lucía Corpacci al dictamen de Ariel Lijo sorprendió a muchos dentro del peronismo, al evidenciar una posible apertura del kirchnerismo al juez propuesto por Milei a la Corte Suprema de Justicia. Sin embargo, el apoyo de Cristina Fernández de Kirchner no es definitivo, ya que la verdadera prueba será cuando se necesite el respaldo de dos tercios en el Senado. El peronismo condiciona su voto final a la inclusión de una jueza de perfil kirchnerista, lo que podría desencadenar nuevas negociaciones en los próximos días.
En un giro inesperado que podría cambiar el rumbo de las negociaciones políticas en el Senado, la senadora catamarqueña Lucía Corpacci, cercana a Cristina Fernández de Kirchner, firmó el dictamen favorable para que Ariel Lijo, juez federal propuesto por el gobierno de Javier Milei para integrarse a la Corte Suprema.
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Este gesto, según diversos analistas políticos, refleja un movimiento estratégico del kirchnerismo para mantener su influencia en los temas más cruciales, mientras plantea un escenario de negociaciones que podría abrir la puerta a nuevas condiciones sobre el máximo tribunal.
La firma de la senadora catamarqueña representa el apoyo de Cristina al pliego, el cual se mantenía congelado y suscitó incluso la ruptura del bloque oficialista, con la salida del senador cercano a Victoria Villarruel, Francisco Paoltroni. El gesto de CFK podría ser el primer paso para que todo el bloque de Unión por la Patria, o al menos una mayoría, termine respaldando la propuesta, allanando el camino de Lijo hacia la Corte Suprema de Justicia.
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Para que la candidatura de Lijo avance al recinto, necesita obtener nueve firmas en la Comisión de Acuerdos, donde luego requiere dos tercios de los votos para obtener la aprobación final. En La Libertad Avanza guardan celosamente el dictamen de Lijo y no han revelado cuántas firmas ha recolectado. Fuentes del Congreso aseguran que ya se alcanzaron las nueve firmas necesarias, pero el oficialismo prefiere no confirmarlo.
Cercanos a Milei aseguran que el Gobierno no permitirá que la Corte funcione con tres miembros después del 29 de diciembre, cuando Carlos Maqueda se jubile a los 75 años. "En enero tendrá cinco jueces", afirmó una alta fuente gubernamental.
Si los pliegos no prosperan, la Casa Rosada podría nombrar a ambos jueces por decreto. Así lo afirmó Guillermo Francos consultado por los medios, cuando dijo que “es una posibilidad”. El nombramiento de jueces por decreto sería la repetición de una vía que en su momento fue muy criticada durante la gestión de Mauricio Macri y requeriría luego, de todos modos, la ratificación en el parlamento.
Una señal de Cristina
El movimiento de Corpacci sorprendió a muchos dentro del propio bloque de Unión por la Patria, ya que pocos conocían de antemano su intención de firmar el dictamen favorable para Lijo. Tal como informaron Clarín y La Nación, esta firma se produce a raíz de un acercamiento entre el kirchnerismo y los sectores que impulsan la candidatura de Lijo, aunque no debe interpretarse como un apoyo total o automático a la candidatura del juez federal, ya que la verdadera prueba de fuego vendrá cuando se necesite el apoyo de dos tercios del Senado para la aprobación definitiva.
Según fuentes cercanas a la senadora, Corpacci había dado su palabra a los gobernadores peronistas Sergio Uñac de San Juan, Juan Manzur de Tucumán y Gerardo Zamora de Santiago del Estero, quienes son impulsores de la candidatura de Lijo. A pesar de esta firma, en el bloque de UxP dejaron claro que esto no implica un respaldo definitivo al nombramiento de Lijo en la Corte. La situación en el Senado sigue siendo muy volátil y dependerá de los equilibrios de poder que se logren en las próximas semanas.
De hecho, en el kirchnerismo aseguran que este paso es simplemente “una señal de negociación" y que su apoyo total al pliego de Lijo está condicionado a la inclusión de una jueza de perfil kirchnerista, lo que incluye la posibilidad de que el candidato de Milei sea aprobado solo si se reemplaza a García-Mansilla. El académico, alineado con la ideología libertaria, solo tiene cinco de las nueve firmas necesarias en la Comisión de Acuerdos. En la Casa Rosada prefieren que ambos pliegos avancen juntos: "Son los dos o ninguno", dijo una fuente gubernamental, pero desde el kirchnerismo esperan que esta intransigencia cambie a medida que avancen las negociaciones.
Con sus 36 senadores, el peronismo tiene la capacidad de bloquear cualquier designación de este tipo en la Cámara Alta. Si el Gobierno decidiera designar a los jueces por decreto, el peronismo podría impugnar estas decisiones en la primera sesión que tuvieran en el Senado. Las designaciones por decreto carecerían de legitimidad si no son ratificadas por el Congreso. Esto refleja la lucha por el control de la Corte Suprema y, por extensión, el Poder Judicial del país, una especie de “revival” de lo que se vivió durante el gobierno de Mauricio Macri.
La inclusión de una mujer en la Corte es una de las principales condiciones planteadas por el kirchnerismo, y podría ser la pieza clave para desbloquear el conflicto. Circulan nombres como el de María de los Ángeles Sacnun, una exsenadora de La Cámpora, quien se perfila como una de las posibles candidatas. Sacnun tiene una larga trayectoria en la Cámara Alta y es vista como una figura respetada dentro del bloque peronista, aunque aún no hay un consenso total sobre su candidatura.
¿Qué cambió?
El avance del dictamen de Lijo, al menos en términos de reunir las firmas necesarias en la Comisión de Acuerdos del Senado, marca un giro en la estrategia política del kirchnerismo, que hasta hace poco se había mostrado reticente a permitir que un candidato de Milei llegara al máximo tribunal. Sin embargo, la presión por asegurar que la Corte se complete antes de fin de año, con la salida del juez Juan Carlos Maqueda, ha obligado a las partes a flexibilizar sus posiciones.
Si bien los nueve votos necesarios para que el dictamen de Lijo avance ya están en la mesa, la verdadera prueba llegará cuando se deban reunir los dos tercios del Senado para su aprobación definitiva. Milei podría intentar convocar sesiones extraordinarias para tratar estos pliegos en los próximos días, pero no está claro si esa será la jugada final.
Esta semana, en el PRO, el radicalismo y otros bloques surgieron rumores sobre una posible negociación secreta entre el kirchnerismo y el gobierno de Milei para bloquear la ley de Ficha Limpia y permitir la derogación de las PASO, en el marco de la reforma de la ley electoral que impulsa el oficialismo. Otro tema candente es la ley de Presupuesto 2025, que se encuentra trabada, con fuertes reclamos de los gobernadores y una negativa, hasta ahora intransigente, por parte del Gobierno.
FM/fl