"No me rompas nada nene, que ya bastante rompió Bonadío". Con esta frase, Cristina Kirchner se refirió al camarógrafo que la acompañó en su recorrido por su casa de El Calafate. "No hay subsuelos", fue una de sus frases más salientes, al iniciar el recorrido.
La expresidenta subió un video a Twitter en el cual muestra las roturas, perforaciones y decomisos que dejó el allanamiento ordenado por el juez Claudio Bonadio. "Vinieron a buscar millones de dólares lingotes y solo se llevaron nuestros bastones presidenciales y el de Cámpora, que su familia nos regaló", se quejó la ex presidente.
Cristina se mostró furiosa e histriónica a la vez, alternando quejas con bromas acerca de cómo había quedado su propiedad. Frases como: “No recuerdo un allanamiento que haya durado tres días” o “mis peores predicciones se cumplieron”, en relación a cuando advirtió que Bonadío iba a ordenar roturas y que la policía se iba a llevar objetos, con otros pasajes más relajados y como: “Yo no sé qué tendrá esta gente en su casa para imaginar que yo tengo todo eso que decían”.
También, al referirse a cómo había sido perforada su pared de pórfido patagónico, Cristina bromeó que la piedra solo ocultaba “un diseño arquitectónico de buen gusto”.
Bonadio define si procesa a Cristina Kirchner, Calcaterra, Roggio y De Vido.
También apuntó contra los medios de comunicación "hegemónicos", al señalar que lo que "decían que era un gimnasio" es un lugar donde hay solamente una bicicleta, una cinta y un aparato. También afirmó que el sable de Bolívar que se encontró era "una réplica". Durante el recorrido, Cristina mostró destrozos en el escritorio de Néstor Kirchner, en una escalera y en algunas paredes. "Esto es un colador", enfatizó.
Al referirse a los objetos decomisados habló de un cuadro de Páez Vilaró obsequiado por Sergio Massa, un objeto diseñado por Pallarols, una obra de la artista plástica Nora Patrick y un pato de vidrio que le habían regalado en un restaurante parisino. También criticó "que le dieron
Al cerrar su aparición audiovisual, la presidenta se sentó en un sillón y le pegó al Gobierno de Macri. Se refirió a la devaluación, el endeudamiento, el aumento del transporte y expresó que hace un mes que no puede volver a su departamento de Buenos Aires, por los supuestos daños que generó el allanamiento, pero enfatizó: "Así como yo no pude dormir en mi casa un mes, hay gente que no puede dormir en una casa y duerme en la calle".
También consideró que la oposición está siendo perseguida y se refirió a la maestra agredida en Moreno. "Están pasando cosas gravísimas", sentenció.