“El lugar es tuyo, decime a quién querés poner”, le dijo Axel Kicillof a Máximo Kirchner en mayo de 2020. “Que vaya el Cuervo”, respondió el diputado nacional y presidente del PJ bonaerense sobre el cargo de ministro de Desarrollo. Un año después y tras la derrota legislativa, Andrés Larroque fue a ver al gobernador bonaerense: “Cristina quiere que sumes a Martín Insaurralde como jefe de Gabinete”, le dijo. El jefe provincial respondió que si ese era el deseo de la entonces vicepresidenta, debería hablarlo directamente con ella. Voló a El Calafate y CFK se lo confirmó. Era un dirigente de Máximo K y llevaba la palabra de Cristina a quien se la debía llevar, pero todo cambió en poco tiempo.
También todo cambió con intendentes como Jorge Ferraresi y Mario Secco. Kirchneristas fieles que se cansaron de cuestionar los modos del hijo del matrimonio presidencial al que supieron responder.
Y ahora todo cambió con Axel Kicillof. En medio del partido y sin aviso previo, Cristina Kirchner dejó el silbato, revoleó las tarjetas de sanción y se puso a jugar. Hasta hace algunos meses, la exvicepresidenta arbitraba la disputa entre Máximo Kirchner y Axel Kicillof, pero ahora decidió ella misma protagonizar el partido que tiene al gobernador bonaerense del otro lado.
Máximo Kirchner insiste desde hace un largo tiempo: el desafío del gobernador bonaerense a su conducción también es un desafío a la figura de Cristina Kirchner. Kicillof asegura que de ninguna manera, que siempre mostró lealtad y desde hace más de diez años responde fielmente a su jefa política. Pero advierte que no tiene otros jefes ni intermediarios.
Para el diputado nacional lo que pasó en las últimas horas es una muestra de que tenía razón. Habla de la falta de apoyo de Kicillof a la candidatura de CFK en la competencia del PJ nacional. “Dijimos lo que teníamos que decir, no queremos que nos lleven a patadas en el culo. Y aun si hubiésemos dicho que todos los bonaerenses deberíamos ir a votar por Cristina en la interna o cualquier frase de apoyo extremo, igual hubiesen buscado alguna excusa como la de ahora de los avales para Ricardo Quintela. Apoyamos a Cristina y ahora nos tiran con que pedimos avales”, dicen en La Plata.
Es cierto: la agrupación La Patria es el Otro creada por Larroque recolectó avales para el gobernador riojano. Esto llegó a oídos de Cristina Kirchner, quien no toleró lo que llama una “traición”. Acá surge otra versión desde la intimidad del poder del gobernador: “Juntamos avales, pero cuando era el candidato único, cuando era el candidato que desde el Patria decidieron habilitar porque no había ningún otro que quisiera presentarse”.
Meses atrás, Ricardo Quintela viajó a Buenos Aires para avisar que estaba dispuesto a tomar la conducción del PJ. El propio Máximo Kirchner respaldó el movimiento. Tal es así que distintos dirigentes del peronismo, incluidos los de La Cámpora y los más fieles a Cristina Kirchner como Oscar Parrilli, viajaron a La Rioja en agosto para acompañarlo en la presentación de la nueva Constitución provincial. Hubo más: la propia Cristina Kirchner llamó en aquel momento al jefe provincial para felicitarlo por la movida. Ya estaba lanzado para el PJ. Pero también todo cambió con Quintela.
“Es un error pensar que se trata de un dirigente al que yo ‘subo o bajo’”, lanzó Axel Kicillof en un comunicado destinado a la interna peronista pero también dirigido a la propia disputa que Cristina Kirchner decidió abrir con él.
“Que los avales, que no bajamos a Quintela, que no frenamos a Ferraresi, que no decimos la frase exacta que ellos querían para mostrar nuestro apoyo a Cristina, todos son excusas y habrá otras para lo que verdaderamente quieren: someter a Axel y que no sea el candidato a presidente”, evalúan en el gobierno bonaerense.
Para 2027 el nombre de Axel Kicillof sonaba como la primera oportunidad del kirchnerismo de tener un candidato propio después de varios intentos fallidos (Daniel Scioli, Alberto Fernández y Sergio Massa). ¿Sigue siendo una posibilidad? En La Plata creen que no, creen que Cristina y Máximo ya decidieron que no sea él quien dé la próxima pelea y, por eso, llevan la disputa interna al límite con el objetivo de terminar expulsando al jefe provincial del kirchnerismo.
Desde el campamento que responde al Instituto Patria aseguran que esa discusión no está abierta y preguntan una y otra vez si no resulta por lo menos curioso que el gobernador no haya dado su apoyo explícito a la postulación de CFK para el PJ. “¿Cómo vas a decir que no te metés en discusiones internas cuando tu jefa política está en ella?”, cuestionan. En el comunicado, Kicillof aclaró que Ricardo Quintela no es su candidato e insistió con la frase que molestó a los dirigentes más cercanos a Cristina. “No me interesa disputar la interna del PJ ni directa ni indirectamente”, dijo e insistió hasta último momento con la unidad del partido. Y agregó que es una pelea inoportuna que llega en un momento en el que hay que enfrentar a Javier Milei.
A los más cercanos a la exvice no le quedó mucho que agregar después de las palabras de la propia Cristina del viernes en Smata que fue desde emparentar al gobernador bonaerense con Poncio Pilato por lavarse las manos en la disputa por el partido hasta con Judas por buscar avales para la lista contraria.
Axel Kicillof decidió responder. Y en un comunicado en el que pidió una lista de unidad dejó fuertes mensajes a su jefa política y a sus alfiles. “La lógica del ‘sometido o traidor’ es una lógica que entró en crisis y que viene causando malos resultados”, lanzó. En el territorio bonaerense, intendentes como Jorge Ferraresi también utilizan esta palabra. “Para el kirchnerismo la unidad siempre fue sometimiento. Esta construcción se terminó”.
Kicillof no esquivó tampoco mencionar los dardos que vienen lanzando desde hace semanas los propios K en el territorio bonaerense encabezados por la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza. “Últimamente sectores de nuestra fuerza política, con quienes a veces tengo diferencias pero también un recorrido común, afecto y coincidencias, han decidido criticarme mucho y acompañarme poco. Sinceramente, me cuesta entenderlo pero no tuve ni tengo la necesidad de agredir a nadie para expresar el reclamo de un mayor respaldo al gobierno provincial. Sobre quienes forman parte del gabinete, estoy orgulloso del trabajo que vienen haciendo y que deseo que sigan realizando”.
En el gobierno bonaerense cuatro dirigentes responden a Cristina: Nicolás Kreplak (Salud), Daniela Villar (Ambiente), Juan Martín Mena (Justicia) y Florencia Saintout (Cultura). Su posición en los últimos meses fue incómoda y con llamados por teléfono de por medio hasta para bajarlos de los actos del gobernador. Sin embargo, Kicillof asegura que no tiene problemas en la gestión con estos dirigentes y que prefiere que continúen. Eso dependerá de CFK.
El bonaerense también le recordó el peso que tienen los gobernadores peronistas que lograron seguir en pie después de la fuerte derrota electoral nacional. “El respeto y el acompañamiento a los pocos gobernadores que pudimos revalidar nuestras gestiones y que damos la batalla contra el plan destructivo de Milei es una pieza indispensable en ese camino, de lo contrario: ¿qué tipo de unidad podría darse en el PJ?”. Un mensaje directo a CFK que aún no consiguió el apoyo de los jefes provinciales después de su lanzamiento (inconsulto) por redes.
Axel Kicillof sigue jurando lealtad a Cristina Kirchner. Y también lo dejó claro en el comunicado. “Cristina está en el corazón del pueblo, también en el mío y no tengo que rendir examen de ese sentimiento”. Pero hasta ahí llega y si pretenden “someterlo” a Máximo Kirchner, seguirá resistiendo. El partido, con CFK en la cancha, recién empieza y la pregunta es si esto lo arregla una charla que el gobernador asegura que hace semanas que no tiene con “la presidenta”, como la sigue llamando.
Intenso cierre de listas
J.P.K.
Las diferencias entre Cristina Kirchner y Ricardo Quintela, las dos personas que se van a disputar la conducción del Partido Justicialista el 17 de noviembre, también quedaron plasmadas al momento de armar y presentar listas. La expresidenta decidió comunicar su decisión con antelación al cierre de listas. El mandatario de La Rioja prefirió esperar hasta último momento.
Kirchner, el viernes por la tarde, oficializó los principales nombres de su boleta, sin integrantes de La Cámpora entre sus postulantes a la vicepresidencia, con representantes del PJ de las provincias (entre los que se destacan Germán Martínez, presidente del bloque de diputados y José Mayans, titular del bloque de UxP en el Senado) y un nombre que forma parte de un sindicato leal, Ricardo Pignanelli, el secretario general de Smata.
En cambio, el líder del Ejecutivo de La Rioja decidió dejar correr el tiempo y acercarse hasta el límite de ayer a la medianoche, para dar a conocer los nombres que lo van a acompañar en los comicios internos. Ayer por la mañana, dijo que iba a participar de las elecciones, trató de bajar el ruido que genera el test electoral y adelantó que iba a presentar sus nombres “a primeras horas de la tarde” de la jornada. Un escenario que no fue realidad.
El mandatario expresó, de cara a las elecciones, que “la gente dio vuelta la página y quiere otra cosa. Son los métodos, las formas, los procedimientos que tenemos que modificar”. “Hay que plantear un proyecto de país con gente joven con energía. Yo considero que soy un hombre de una transición”, explicó Quintela.