El diputado nacional Daniel Arroyo, probable ministro de Desarrollo Social del próximo gobierno, subrayó este sábado que "está todo armado para que el Plan Argentina contra el Hambre empiece el 10 de diciembre", ante lo cual remarcó que "esa será la primera medida" de Alberto Fernández tras asumir al frente de la Casa Rosada.
"Va a ser la primera medida, por eso estamos acelerando tanto. Si hubiéramos convocado a todos el 10 de diciembre, recién en marzo se empezaba", sostuvo el legislador del Frente Renovador, precisando que la tarjeta que se repartirá a los benficiarios de esa asistencia "será directa, con el nombre de la persona, y permitirá comprar solamente alimentos".
En diálogo con Radio Mitre, el referente de políticas sociales del Frente de Todos insistió en que "está todo armado para empezarlo el 10 de diciembre". Arroyo, uno de los asistentes a la reunión contra el hambre que armó el viernes el presidente electo Alberto Fernández, analizó la situación del país en ese sentido y afirmó que "no es la hambruna de la Segunda Guerra Mundial, pero objetivamente no puede haber hambre en un país que produce alimentos".
"Hay un problema de gente que se va a dormir con la panza vacía: un chico que come mal, aprende mal", advirtió el integrante de la Cámara baja. Enfatizó que el problema actual es más grave "porque hay familias enteras en situación de calle", considerando que eso pasa "porque se cortaron las changas y las familias que vivían de ese ingreso diario y tenían alguna pieza o algún alquiler, no pudieron pagar y quedaron en la calle".
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Consulta sobre si podría trazarse una comparación con el Plan Alimentario Nacional (PAN) lanzado por Raúl Alfonsín en mayo de 1984, Arroyo señaló que el Plan Argentina contra el Hambre "es mucho más, es algo más integral, que cruza salud y educación".
"Cruza también controles de peso y talla y de salud, que tiene que ver mucho con las escuelas", añadió el probable ministro de Desarrollo Social del Gobierno del Frente de Todos. A la vez, indicó que la iniciativa reconoce que "todos tienen que acceder a la Canasta Básica de Alimentos", establecerá "una tarjeta que no permite extraer dinero, sino comprar alimentos" y que servirá para que el Gobierno haga "mucha política nutricional" y también apuntará a "mejorar la infraestructura, el agua sobre todo".
"Actualmente, 8 millones de personas reciben asistencia alimentaria de distintos tipo: de escuelas, iglesias, desde el Estado. El 20 por ciento son madres de chicos menores de 6 años", explicó.
NA/HB