Manguel, quien reside en Estados Unidos y deberá viajar a la Argentina para asumir en julio, dijo sentirse "profundamente honrado por este cargo: la lista de directores previos me intimida y me desafía".
El ministerio de Cultura sostuvo que el escritor, editor y profesor de literatura y filosofía en diferentes instituciones, "encabezará una nueva gestión en la Biblioteca Nacional marcada por la inclusión, la innovación y la federalización de las políticas de la entidad".
"Alberto Manguel es uno de los intelectuales argentinos con mayor reconocimiento en el exterior y, además, una de las personas que más sabe en el mundo sobre bibliotecas", consideró Avelluto en un comunicado. "También, tiene dos virtudes que rara vez se encuentra en la misma persona: es un eximio escritor y, al mismo tiempo, un gestor cultural experto en el campo de la bibliotecología", destacó.
Manguel nació en 1948 en Buenos Aires y creció en Tel-Aviv, donde su padre se desempeñó como el primer embajador argentino en Israel. Cursó estudios secundarios en el Colegio Nacional de Buenos Aires y en 1969 se fue del país. Vivió en Francia, Inglaterra, Italia y Tahití, trabajando como editor y lector para casas editoriales. En 1982 se instaló con su familia en Toronto, Canadá, donde vivió durante unos 15 años, y en 1992 su primera novela, "Noticias del extranjero", ganó el premio McKitterick en Inglaterra.
El flamante funcionario es miembro de la Academia Argentina de Letras, de la Fundación Guggenheim en Estados Unidos y de la Royal Society of Literature en Inglaterra. Entre sus ensayos, traducidos a más de treinta idiomas, se encuentran "La biblioteca de noche" y "Diario de lecturas y Curiosidad: una historia natural".
Cambio. El 9 de diciembre, González -uno de los intelectuales más reconocidos del país- había presentado su renuncia indeclinable a la entonces ministra de Cultura Teresa Parodi. "El Ministro de Cultura del Gobierno entrante, en el día de hoy me ha comunicado que aún no designaron a mi reemplazante, por lo que me pidió que permaneciera en la Biblioteca por unos pocos días más. Lo haré, a la espera de mi sustituto, a fin de evitar los obvios inconvenientes que podrían producirse", explicaba el directivo en la nota de despedida.
