El déficit financiero del primer semestre fue un 14% menor en términos reales que el que se logró en igual período del año anterior. El gasto en prestaciones sociales se contrajo un 10%, lo que enciende algunas alertas en los sectores más duros de la coalición de gobierno de cara a las urnas.
Son datos que surgen de la Oficina de Presupeusto del Congreso, que es el organismo que mensualmente mide los costos que tienen los distintos costos de ley, al mismo tiempo que analiza otros datos de la economía nacional.
El déficit primario, por definición técnica, es el rojo que no incluye el pago de intereses de la deuda. En ese caso, de acuerdo con la misma fuente, se redujo un 26,2% real.
Esto ocurrió porque los ingresos se contrajeron un 5,3% año tras año en forma real mientras que los gastos totales lo hicieron un 7,8% en la misma comparación.
En lo que más se gastó, de acuedo con este informe entre enero y junio pasados, fue en cancelar los intereses de la deuda. Ese rubro se incrementó un 18,3% y golpeó fuertemente en la robustez de las reseveras del Banco Central (ver esta página).
Los ingresos impositivos retrocedieron un 10,1% en el primer semestre de este año respecto de los primeros seis meses del año pasado y estuvieron parcialmente compensados por una mejora del 1,6% en la recaudación previsional.
Sin embargo, en junio los aportes y contribuciones mostraron por primera vez en lo que va de este año una caída respecto del mismo mes del año pasado.
Esto enciende algunas luces amarillas, en especial por los compromisos que se lanzaron en la última semana, por ejemplo, en cuanto a créditos a jubilados y pensionados por hasta 400 mil pesos que se devolverán con tasas de hasta un 29% y en 48 cuotas, porque ese “costo financiero” de Anses recaerá sobre las arcas previsionales que deberá administrar el próximo gobierno, sea el que fuere.
De acuerdo con el informe de la Oficina de Prespuesto del Congreso, además, los gastos primarios cayeron un 9,8% en el acumulado a junio. Es una contracción liderada por la reducción en los subsidios a la energía (27,3% a/a), en las prestaciones sociales (10,0%) y en las transferencias a provincias (25,3%).
Estos son algunos de los compromisos que asumió el gabinete económico en la renegociación con el Fondo Monetario, ir reduciendo el gasto en subsidios, en especial en el capítulo energético, aunque no es excluyente, por eso se incrementaron los pasajes de trenes y colectivos. La reducción de recursos fiscales en energía redunda en la suba de las tarifas de luz y de gas, además del incrmeneto en los surtidores de combustibles, que suben mes a mes un 4,5% debido al marco del acuerdo de Precios Justos.
Los gastos en personal (8%), las transferencias a universidades (8% a/a) y los subsidios al sector del transporte (15,1%) se expandieron en la comparación de ambos semestres.
Al cotejar mes contra mes de cada año, los gastos primarios presentaron doce meses de caídas consecutivas.
Finalmente, al cotejar las becas Progresar y el programa Acompañar, ambos presentaron variaciones reales positivas, a diferencia de otras inicitivas sociales de envergadura.
