En medio de numerosos cambios en la estructura estatal, el gobierno nacional creó la empresa Integración Energética Argentina SA que surgirá de la fusión de las actuales compañías Energía Argentina SA (Enarsa) y Emprendimientos Binacionales SA (Ebisa) y dispuso la venta de los activos del Estado en el sector, que incluyen seis centrales termoeléctricas y participación accionaria en distintas compañías.
La novedad se dio a través de la publicación en el Boletín Oficial del Decreto 882/2017 que firmó el presidente Mauricio Macri, el jefe de Gabinete, Marcos Peña y el ministro de Energía, Juan José Aranguren. En uno de los puntos salientes y polémicos se decidió volver a sus nombres originales a las represas hidroeléctricas en construcción sobre el Río Santa Cruz, que volverán a llamarse Cóndor Cliff y Barrancosa, en lugar de Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, respectivamente.
Con el decreto, el Ministerio de Energía y Minería fusionará Energía Argentina SA (Enarsa) y Emprendimientos Energéticos Binacionales SA (Ebisa) y pasará a denominarse Integración Energética Argentina SA". Con la venta de activos energéticos, el Estado estima recaudar más de 1.000 millones de dólares para aportar al repago de obras en ejecución y otras encaradas a futuro. Según dijeron fuentes oficiales a Ámbito Financiero, buscan "generar condiciones para una mayor eficacia, a tono con el programa que se anunciará este miércoles de desburocratización del Estado, mediante la reducción de su peso en muchas decisiones económicas pero sin dejar de controlar los procedimientos administrativos".
Tras concretarse la absorción por parte de Enarsa sobre Ebisa, la misma pasará a llamarse integración Energética Argentina SA. "Queremos lograr una mayor eficiencia con la fusión y tener una única empresa que maneje los emprendimientos energéticos que están siendo ejecutados por el Estado nacional y aquellos que en el futuro puedan hacerse desde el Estado", explicaron desde el Ejecutivo. El decreto también instruye la puesta en venta de los activos energéticos de Enarsa y del Ministerio de Energía mediante licitaciones.
En el fondo, el Estado se desprenderá de las centrales de ciclo abierto Ensenada Barragán en la provincia de Buenos Aires, y Brigadier López en la provincia de Santa Fe, que actualmente se encuentran bajo la órbita de Enarsa, pero con el compromiso que deberá asumir el comprador de completar los cierres de ciclos ya proyectados de ambas plantas, lo que sumará al sistema unos 450 Mw adicionales. También serán ofrecidas al sector privado las inversiones concretadas mediante el Fondo de Inversiones para el Mercado Eléctrico Mayorista (FONINVEMEM), creado de 2005 para incrementar la oferta energética y que incluye las centrales térmicas de ciclo combinado de 800 MW General Belgrano, Vuelta de Obligado y Almirante Brown, en Buenos Aires, y General San Martín, en Santa Fe.
Por otra parte, el Gobierno se desprenderá de las participaciones accionarias del 50% que Enarsa tiene en la compañía Citelec y 52% de Transener. Lo mismo será para las tenencias públicas de acciones -en todos casos inferiores al 10 por ciento del total- en las empresas Central Puerto, Transba, Dique SA y Central Térmica Güemes.