Mayo de 2014. A menos de un año de la campaña electoral, un grupo de intendentes K buscaba marcar la cancha para la elección a gobernador. Conese objetivo en la mira, crearon la agrupación "Los Oktubres" y encontraron en un hombre poderoso a su guía político: nada menos que el entonces ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, que los apuntaló y les abrió las puertas de la Casa Rosada para tener llegada directa a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Los intendentes eran Patricio Mussi (Berazategui), Francisco "Paco" Durañona (San Antonio de Areco), Juan Pablo de Jesús (Partido de la Costa), Juan Pablo Angeleri (General Rodríguez), Eduardo "Bali" Bucca (Bolívar), Santiago Magiotti (Navarro), Francisco Echarren (Castelli), y Hernán Izurrieta (de Punta Indio). La derrota electoral y el posterior escándalo nacional de José López, mano derecha del ahora diputado De Vido, los alejó de los flashes de los medios.
"Están guardados, apuntando a la gestión", señaló un consultor político que suele tender puentes de comunicación entre ellos. A pesar de todo, reconoció que siguen en contacto con el exministro , ya que "a ellos no les hizo nada; no lo dejaron en banda". De todas maneras, "el ida y vuelta se cortó porque ya no hay nada para ofrecer". Esto se entiende: hasta el 10 de diciembre De Vido manejó una caja millonaria, la obra pública, para negociar con intendentes.
Durante la campaña, Durañona había dicho: "Venimos hablando con De Vido a partir de los programas que maneja su Ministerio de Planificación". "Es el ministro con quien tenemos más diálogo. Nos guía y nos aconceja", comentó a La Política Online.
Entre ellos, Mussi mantiene un bajo perfil y es de los pocos jefes comunales que mantiene la lealtad hacia Cristina. En tanto, Eduardo "Bali" Bucca ya está más cerca de jugar con la gobernadora María Eugenia Vidal que con el peronismo.