Después de una campaña protagonizada por el escándalo de la celebración en la Quinta de Olivos y una crisis económica que no llegó a mostrar recuperación, hacia las elecciones generales el Gobierno apuesta a recuperar la agenda con una estrategia positiva y así descontar votos para poder acortar la diferencia que le sacó Juntos por el Cambio. “Sí” se va a empezar a escuchar de manera coral si los candidatos respetan el plan.
“El objetivo es recuperar la agenda, la oposición se quedó sin sorpresas. No puede prometer nada que no prometió en la discusión en las PASO y todo lo que tienen para mostrar es solo negativo. Se oponen a Cristina Kirchner, se oponen a votar leyes, se oponen a sesionar, es el no contra el sí”, resume uno de los que trabaja en la estrategia del Frente de Todos.
Quien escucha atentamente al creador del nuevo eslógan es el propio Alberto Fernández. Antoni Gutiérrez Rubí sigue de cerca cada movimiento del Presidente. Y el jefe de Estado también entendió que se debe ajustar a un libreto. “Escuchar y gobernar” será el eje de esta campaña que se verá en el primer spot publicitario que se conocerá primero en las redes sociales.
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Harán una campaña de contraste en la que intentarán mostrar que “éste es el Gobierno del sí mientras que Juntos por el Cambio es rechazar todo”, explicaron desde el oficialismo.
El oficialismo está convencido de que con gestión podrán recuperar la agenda aunque reconocen que los errores propios pueden complicar la estrategia. Este jueves, el asesor catalán veía en la cancha de Chicago colmada de gente cómo toda la estrategia podía desvanecerse.
“Tenemos que dejar en evidencia que la oposición no reconoce los números positivos para el país. ¿Por qué Santilli no sale a hablar del éxito del fin de semana turístico? ¿Por qué no pueden salir del odio?”, se preguntaban en el Complejo C ayer que funciona como búnker. Ahí no hay internas: se juntaron ayer el albertismo, el kirchnerismo y el massismo.
El viernes 1° de octubre, un día después del inicio de la campaña electoral el oficialismo debatía el eslógan de campaña. “Sí” se leía en una pantalla mientras Antoni Gutiérrez Rubí explicaba de qué se trataba esta palabra con la que propuso arrancar la pelea contra Juntos por el Cambio. Antoni Gutiérrez Rubí recibió primero la aprobación de Alberto Fernández y de Cristina Kirchner, por lo que en los últimos días avanzó en la presentación de la estrategia con los otros socios del Frente de Todos.
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El primero en recibir el marco conceptual fue Sergio Massa. El asesor trabaja con el presidente de la Cámara de Diputados desde hace años, aunque en la Argentina desembarcó en 2017 para asesorar a Cristina Kirchner. La vicepresidenta aceptó que para las elecciones generales del 14 de noviembre sea el asesor catalán quien lleve adelante la estrategia que también ya aprobó el Presidente.
El primer spot ya está listo y los gráficos que estarán presentes en la campaña ya se lanzaron. El fracaso de la sesión de la Cámara de Diputados ayudó. “Etiquetado frontal de alimentos. Sí, que sea ley”, es una de las frases que circuló minutos después de que la oposición no dé quórum para su tratamiento. “Convertir planes sociales en empleo. Sí”, también es parte de la presentación del proyecto de Sergio Massa.
La palabra “Sí” causó sorpresa cuando fue presentada ante algunos dirigentes. “¿No es la versión peronista y acotada del ‘sí se puede’ de Macri?”, se preguntó un bonaerense que tendrá que sostener la campaña en el territorio en el que buscan descontarle puntos a la derrota electoral de las PASO. Otro recordó el lema “Democracia ¡Ahora Sí!”, de Alfonsín. También se mencionó la película “No” que habla sobre el referéndum chileno de 1988 para terminar la dictadura. El guión habla de la importancia de apropiarse de la palabra “Sí”.
Recomponer el vínculo vs cumplir protocolos
Alberto Fernández sabía que el aforo había sido ampliamente superado y también lo sabían los funcionarios y dirigentes que lo acompañaron al plenario de organizaciones sociales en la cancha de Nueva Chicago. Pero la crisis interna del Frente de Todos los llevó a subirse al escenario aún rompiendo las normas escritas por ellos: debían mostrar unidad y empezar a recomponer los lazos entre ellos.
El principal organizador fue el Movimiento Evita comandado por Emilio Pérsico y Fernando “Chino” Navarro. Fueron los primeros en anunciar el apoyo al Presidente y hasta proponer una marcha por Alberto Fernández cuando los funcionarios kirchneristas presentaron una ola de cartas de renuncias. Fue este vínculo el que empezó a recomponerse ayer, ya que los invitados más esperados eran los dirigentes de La Cámpora.
Máximo Kirchner fue a la Casa Rosada a reunirse con el jefe de Estado. Minutos más tarde fue a buscar Eduardo “Wado” De Pedro para ir juntos al acto. El ministro del Interior había encabezado la avanzada con la que el kirchnerismo presionó por cambios en el Gabinete, algo que el Movimiento Evita repudió. El acto en Nueva Chicago sirvió para volverlos a mostrar juntos.
En plena crisis política, el aforo pasó a un segundo plano. El Presidente sabía que podría estar incumpliéndose una norma sanitaria, pero debía reunir a los distintos dirigentes políticos bajo la consigna “Por la Unidad y la Victoria”.
En la previa, las organizaciones esperaban contar con 15 mil militantes pero las imágenes se veía mucha más gente de la esperada, sin que se respetaran los protocolos de distanciamiento que impone todavía la pandemia. “Este fin de semana si vemos las canchas repletas no vamos a poder pedir mucho ni apuntar a los clubes”, se lamentaban desde Balcarce 50. Es que este acto se produjo luego de que el ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, advirtiera a los clubes por los excesos de público en las tribunas el último fin de semana, señalándose que “si los clubes no pueden cumplir con el control”, se evaluará volver a jugar a puertas cerradas.