POLITICA
cercano a alberto fernandez

El operador Capaccioli volvió al ruedo y ya retomó las conversaciones con sindicalistas

Fue superintendente de Salud con Kirchner y recaudador de la campaña de Cristina en 2007, tarea por la que quedó envuelto en el caso de tráfico de efedrina. Sus contactos.

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Bostero. Fanático de Boca, miró el partido contra River con un grupo de sindicalistas. | instagram

Héctor Adrián Capaccioli, ex superintendente de Servicios de Salud implicado en nueve causas judiciales, multiplica por estos días los contactos con el mundo gremial que supo tenerlo como interlocutor privilegiado cuando Alberto Fernández era el hombre fuerte del kirchnerismo. Según pudo confirmar este medio, ya se reunió con referentes del moyanismo, con dirigentes sindicales oficialistas y también buscó tender puentes con el barrionuevismo.

“Capa”, como le dicen sus amigos, está de vuelta. Se presenta como un hombre que tendrá influencia en una futura administración de Alberto Fernández: “No nos dijo que va a ser de vuelta superintendente, pero prometió ayudar a encontrar soluciones”, indicó a este medio uno de los referentes gremiales que participó de una reunión con el ex funcionario. También indicaron algunos de sus interlocutores que se ofrece como canal para que los gremios puedan “ayudar” en la campaña, a pesar de que la ley prohíbe el aporte de organizaciones gremiales a la carrera electoral. Es un dato delicado, porque Capaccioli está imputado en un juicio por su rol como recaudador de la campaña de Cristina Fernández y Julio Cobos en 2007.

Ex operador radial y fugaz líder gremial del sector, quienes lo trataron por estos días afirman que mantiene su carácter entrador y simpático inalterado, un rasgo que le permitió escalar como operador sindical desde la llegada de Néstor Kirchner al poder hasta que las denuncias lo obligaron a renunciar.

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Capaccioli también sigue siendo fanático de Boca y compartió con un grupo de gremialistas el superclásico de ida por la Libertadores el año pasado.

Los contactos de Capa que pudo verificar este medio fueron con gremios que no integran el núcleo de sindicatos más vinculados al armado de Alberto Fernández. Algunos interpretan sus movimientos como un canal para contener a los sectores que temen que Héctor Daer, el sindicalista más cercano a Alberto, domine los resortes de poder estatal clave para el mundo gremial, como la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), órgano de control de las estratégicas obras sociales sindicales. Desde un gremio central de la mesa chica de la CGT negaron que Capaccioli vaya a tener poder en la SSS si la fórmula Fernández-Fernández se impone en la elección.

Apuntan, en cambio, a los técnicos del instituto Isalud cercanos a Ginés González García como los candidatos a dirigir este organismo clave.

El ex superintendente creció en la década pasada al calor de su estrecha relación con Alberto. Primero fue su alfil en la alianza con Aníbal Ibarra e integró las listas de candidatos de Fuerza Porteña. Sin antecedentes en el sector, llegó a la Superintendencia de Salud y cumplió el rol partidario de recaudador de campaña en 2007. Esta actuación y su paso por el área de Salud motivaron las nueve causas que tiene en la Justicia Federal. Tras un meteórico ascenso político, su estrella pública se apagó en 2008, cuando renunció a la SSS en medio de una fuerte pelea con la entonces ministra de Salud, Graciela Ocaña. Sergio Massa, por entonces jefe de Gabinete, fue el que anunció su apartamiento.

Dos causas con destino de juicio oral

En la Cámara Federal están registradas unas nueve causas que tienen a Héctor Capaccioli como imputado o denunciado. El expediente más avanzado es el que investiga lavado de dinero por medio de aportes a la campaña de 2007 de la fórmula Fernández-Cobos. Capaccioli aparece en la elevación a juicio articulada por Ariel Lijo como uno de los encargados de poner “en circulación en el mercado la suma total de 886 mil pesos de origen ilícito, a los fines de disimular la fuente real de los fondos y obtener su apariencia de licitud”. La sospecha es que estos fondos, registrados como aporte de empresas farmacéuticas provendría del tráfico de efedrina. Capaccioli y otro imputado negaron conocer el origen ilícito de los fondos. El ex funcionario también fue involucrado en la causa conocida como “Mafia de los medicamentos”. Este expediente fue elevado a juicio en 2013, pero el proceso se estancó por problemas con las pruebas.