María Elizabeth Ortiz Municoy, detenida el último fin de semana y señalada como presunta testaferro de Daniel Muñoz (exsecretario privado de Néstor Kichner), acordó este jueves convertirse en arrepentida en la causa de los Cuadernos de las Coimas. El pacto se concretó con el fiscal de la causa, Carlos Stornelli, y ahora deberá ser evaluado por el juez Claudio Bonadio, informaron fuentes judiciales a PERFIL.
La mujer quedó así en la misma situación que su exmarido Sergio Todisco, también involucrado en el caso y quien acordó con Stornelli el último lunes, aunque todavía espera la homologación de Bonadio. En caso de obtenerlas, ambos recuperarán la libertad. Por este tramo del caso está detenida desde el martes la viuda de Muñoz, Carolina Pochetti. Todos ellos, junto a otras dos personas que aún permanecen prófugas, también están involucrados en una investigación por lavado de dinero.
Ortíz Municoy, que fue detenida el último sábado en Mar del Plata, llegó temprano a la fiscalía de Stornelli en Comodoro Py para comenzar su acuerdo. Allí habría entregado detalles de importancia para la investigación de las operaciones de las que formó parte junto a su ex marido, Muñoz, y Pochetti. Tanto la mujer como su ex fueron claves para el entramado de empresas off shore que habrían permitido el movimiento de los más 70 de millones de dólares bajo la lupa de la justicia.
Stornelli volvió a la carga contra la viuda del exsecretario de Néstor Kirchner
Los cuatro figuran también en el expediente en el que el juez Luis Rodríguez investiga el presunto lavado de dinero. En ese caso hay cuentas en la mira en distintos puntos del mundo, además de propiedades en Nueva York y Miami, entre otros lugares.
Muñoz, fallecido en mayo de 2016, es una figura clave en el entramado de los cuadernos de las coimas. Fue ubicado por varios imputados - colaboradores en los movimientos de dineros provenientes del presunto pago de sobornos de empresarios a exfuncionarios kirchneristas. Incluso hay versiones sobre que él mismo se quedaba con un porcentaje de dinero a espaladas del fallecido expresidente.
En la mañana de este jueves, proveniente de Miami, quedó detenido Carlos Temistocles Cortéz, otra de las personas para quienes dio órdenes de detención Bonadio el último fin de semana. Cortéz es otro eslabón importante en el movimiento de dinero de las off shore del matrimonio Muñoz – Pochetti. En tanto que aún permanecen prófugos otras dos personas del entorno de ambos: Carlos Gellert y Perla Puentes Resendez.
Primos hermanos y socios: los vínculos que unen a Pochetti con Gellert
La situación de Pochetti comenzó a complicarse el jueves pasado, con una decisión de la Cámara Federal de Apelaciones, en el expediente de Lavado que tramita en el juzgado de Rodríguez, con la fiscalía de Stornelli. Ese día, con los votos de los camaristas Leopoldo Bruglia y Martin Irúrzun, la Sala anuló una decisión de Rodríguez y dejó a la mujer al borde de la indagatoria y la posible detención. Este último punto fue en el que insistió el viernes Stornelli ante Rodríguez, pero sin suerte. Cerca de ese juzgado explicaban que la mujer y los otros involucrados, siempre estuvieron a derecho. En tanto que adelantaban que la citación a indagatoria se concretaría en los primeros días de esta semana.
Para Stornelli, Pochetti habría “conformado una estructura jurídica, societaria y bancaria”, para lavar dinero de origen ilegal. Según documentos enviados desde Estados Unidos, ese dinero se habría introducido a través de la compra de 16 propiedades entre Miami y Nueva York. Ella y los restantes involucrados quedaron bajo investigación luego de que se destapara el caso de los Panamá Papers, que reveló que Muñoz había contratado al estudio Mossack Fonseca para la creación de una firma off shore que operó en las Islas Vírgenes Británicas y colocó el dinero obtenido en las operaciones inmobiliarias en Estados Unidos.