El ministro de Justicia, Germán Garavano, aseguró hoy que “no parece bueno para el país” el desafuero y la detención de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
“No puede ser nunca bueno para un país que un exmandatario esté detenido o se pida su detención”, expresó el ministro en declaraciones formuladas a la radio AM530. “Uno tendería a pensar que no debería haber sospecha de que esta persona se fugue y no debería haber elementos para pensar que va a entorpecer el accionar de la justicia”, explicó Garavano, en referencia a los motivos por los que un juez debe detener a un procesado sin condena firme.
"También hay que recordar que los fueros sólo implican que una persona no pueda ser arrestada, se debería elevar a juicio”, aclaró el funcionario. “En principio, no parece bueno el desafuero y la detención entendiendo que se pueden brindar explicaciones en el marco de un juicio oral, pero eso lo deberá resolver la Justicia y el Senado”, agregó.
"Lo deberá resolver la Justicia y el Senado”.
Con respecto a la prisión preventiva, el ministro explicó que la “Argentina es un país que ha tenido un uso errático de la prisión preventiva y nunca se han fijado normas claras”, destacó, y se refirió también a las denuncias de operaciones de inteligencia. “Son resabios que vienen de una cultura que este gobierno quiere dejar atrás, y que tuvo una fuerte expansión en el gobierno anterior, en lo que ha sido la relación entre servicios de inteligencia y Justicia”.
Como ejemplo, contó que la diputada Elisa Carrió recibió denuncias de “personas que no existían o no habían hecho ninguna denuncia. Venimos de un modelo que el Gobierno anterior heredó, y lo exacerbó, de esta relación promiscua de poder y justicia”, agregó el funcionario.
“En la época de (el expresidente Carlos) Menem esto comienza a funcionar con fuerza”, evocó. Finalmente, Garavano resaltó las reuniones “sanas y de cara a la sociedad” que el Gobierno mantiene con autoridades judiciales. “Lo que está mal es que los otros poderes interfieran el Poder Judicial”, y repitió que su gestión intenta terminar con ese modelo.
CP / EA