Sobrevivir en territorio enemigo requiere aliados, queridos o circunstanciales. La procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, mantuvo en los últimos meses varias reuniones con gobernadores y dirigentes del peronismo para garantizarse su apoyo para continuar en el cargo. José Luis Gioja y Daniel Siocli son dos de los pejotistas con quienes mantuvo reuniones, confirmaron a PERFIL testigos directos de esos encuentros.
Mientras tanto, Mauricio Macri se encarga personalmente de sondear a algunos de los candidatos a sucederla en el mediano o largo plazo. Los empresarios Nicolás Caputo y Daniel Angelici tienen incidencia directa en la selección de nombres. Quien suena más fuerte en las últimas semanas es el fiscal federal Guillermo Marijuan, quien tiene el visto bueno del Frente Renovador y de un sector del PJ para pasar el examen del Senado.
La jefa de los fiscales de todo el país se niega a renunciar, pese al pedido del Ejecutivo. Su remoción vía decreto quedó descartada, confirmaron fuentes oficiales. Por eso, el Gobierno enviará un proyecto de ley para que el cargo de Gils Carbó ya no sea vitalicio y ponerle fecha de salida dentro de cinco años. Mientras tanto, buscarán su desgaste, ya sea a través de denuncias penales en su contra o de los miembros de su entorno.
Con la mira puesta en mantener una buena relación con sus enemigos, Gils Carbó ordenó a su equipo y fiscales de confianza trabajar en conjunto con los ministerios de Justicia y Seguridad. Además invitó a la ministra Patricia Bullrich a dar una charla sobre políticas contra el narcotráfico frente a los fiscales generales de distrito de todo el país a principios de marzo.
La estrategia política de Gils Carbó también apunta a encontrar las grietas convenientes entre el PJ y el macrismo. La procuradora analiza de cerca cómo reaccionan algunos de los gobernadores del PJ o el socialista Miguel Lifschitz frente a una reforma clave que planea el Ministerio de Justicia y que podría afectar el poder territorial de los gobernadores. Frente al avance del macrismo sobre distintos sectores del poder, Gils Carbó se les presenta como una posible aliada en la Justicia.
El ministro Germán Garavano quiere crear un grupo de juzgados especialmente dedicados a las causas de narcocriminalidad que podrían tener competencia en todo el país, aun estando radicados en Buenos Aires. Estos jueces tendrían la potestad de investigar casos de narcotráfico, lavado de dinero y trata de personas en todas las provincias y los gobernadores ni siquiera conocen sus nombres porque serían extraídos de entre los 49 juzgados nacionales porteños y pasarían a formar un fuero especial. ¿Quién elegirá a esos superjueces?
“Es posible que en una negociación con el Gobierno La Cámpora pida que ella se quede, a cambio de votar los pliegos de la Corte”, explicó un senador muy cercano al jefe de la bancada, Miguel Pichetto. El macrismo necesita que la oposición vote a sus dos candidatos al máximo tribunal.
Otro senador opinó que no hay posibilidad de que el peronismo le quite el apoyo a Gils Carbó y agregó que sería darle dos concesiones al Gobierno en una misma negociación.