POLITICA
Acuerdo o default

Hans Humes, el bonista que entró al canje y anticipó la definición de Guzmán

El Gobierno ratificó que no habrá cambios a la oferta económica a través de un comunicado. El titular de Greylock considera que los demás fondos no leen bien la realidad.

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Acreedor. Humes representa al ala dialoguista de los bonistas. | bloomberg

En medio de una cartelización de los principales acreedores de la Argentina, que presentaron una propuesta conjunta, dos de los fondos de inversión referentes y más cercanos a la posición del Gobierno decidieron aceptar la oferta de canje que presentó el ministro de Economía, Martín Guzmán. Se trata de Hans Humes, de Greylock, y David Martínez, de Fintech, fondo con inversiones en Telecom. Para estos bonistas, más atados a la economía “real” de la Argentina, el eje es evitar un default. Sus pares juegan con fuego. En cambio, los dialoguistas entendieron que no habrá mejoras económicas. Así lo explicó Humes a PERFIL.

Creo que no están leyendo la realidad de la situación argentina. Podríamos haber obtenido alguna concesión en el lenguaje legal y en las comisiones de los asesores, pero no el mismo valor presente neto (VPN) por bono al que la Argentina ya le dijo que no muchas veces”, remarcó Humes a PERFIL sobre las últimas instancias de negociación.

El Ministerio de Economía emitió un comunicado en esa línea: “La propuesta del 6 de julio es la oferta definitiva de la República a sus acreedores y representa el máximo y último esfuerzo que el país puede sostener. Con esa convicción, nuestro país alienta a la comunidad de acreedores a aceptarla, sabiendo que de no ser así toda negociación futura será más compleja porque más difícil será la situación que enfrente Argentina”.

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Deuda: el Gobierno ratificó que la última oferta a los acreedores es la definitiva

A principios de esta semana, Humes anticipó esa posición mientras el resto de los bonistas insistía en dividir la diferencia de tres dólares que hoy separa las propuestas, a la mitad.

“Argentina ha examinado estas nuevas solicitudes en forma constructiva y de buena fe. Aquellos aspectos de la contrapropuesta que buscan imponer cargas adicionales a una economía que se está ahogando en plena crisis del Covid-19, en donde se ha hecho un esfuerzo enorme por preservar la vida humana a costa del bienestar inmediato de la población, deben saber que sus reclamos no pueden ser acomodados. No solo sería irresponsable, sino que también sería injusto”, agregó Economía.

“No creo que estén evaluando correctamente que lo que están haciendo puede generar un default duro y largo”, indicó Humes a PERFIL, quien fue uno de los armadores del grupo ACC –Argentina Creditor Committee–, de buena relación con Sergio Massa y que dialogó de forma permanente con el Gobierno. El resto del grupo se unió al Ad Hoc Bondholder Group, comandado por BlackRock, y el Exchange Bondholder Group, los bonistas que habían entrado a los canjes de 2005 y 2010, en una oferta que el Gobierno rechazó.

Guzmán se concentra en la letra chica del canje y descarta dividir la diferencia

Quienes entraron al canje consideran que la propuesta fue “lo suficientemente buena”. La presión para romper al grupo por parte de BlackRock influyó: “No estaba cómodo con cómo estaban procediendo los grupos”, explicó y aseguró que el fondo liderado por Larry Fink “les mintió a los acreedores. Dijeron que tenían una línea de comunicación con Alberto Fernández, les dijeron que él se iba a mover (para mejorar la propuesta) y yo sé que esto no es cierto”. El comunicado de Economía le terminó dando la razón.

Guzmán reconoció oficialmente que se trabaja en una mejora contractual. En el mercado dan por terminada la estrategia “Pac-Man” para garantizar la mayor participación de bonistas. “Argentina desea contribuir a la elaboración de instrumentos contractuales que mejoren el éxito de las iniciativas de reestructuración de deuda soberana cuando los deudores tengan apoyo significativo de los acreedores. Los ajustes a los modelos de contrato elaborados por el International Capital Markets Association (ICMA), que fueron adoptados por Argentina en 2016, en la medida en que gocen de un apoyo generalizado, también serán apoyados por Argentina”, remarcó el Ejecutivo.