Es uno de los hombres más cercanos al presidente Mauricio Macri. Trabaja a su lado hace más de 20 años y hasta escribió un libro con él (“Pasión y gestión”) sobre la experiencia en Boca Juniors, donde fue gerente general en el período más exitoso del club. Sigue siendo fanático de Boca pero va poco a la cancha ya.
Para la gestión es un “generalista”: trabajó en Socma de joven, estuvo en el área de infraestructura escolar en la Ciudad y luego en Modernización, donde tiene a su cargo el manejo de los empleados públicos, las telecomunicaciones y hasta de la empresa de satélites Arsat. En una entrevista con PERFIL, el vicejefe de Gabinete, Andrés Ibarra, habla de las elecciones, la economía y el futuro del oficialismo.
-¿Qué tan difícil es hacer campaña en medio de la crisis económica?
En los meses más críticos, esta situación era un velo que no permitía mostrar lo que estamos haciendo. La situación económica era tan compleja que nos impedía hablar de otras cosas. Entonces teníamos que dar explicaciones sobre la economía ante todo. Ahora que se estabilizó y tenemos una mayor previsiblidad, todo el equipo del Gobierno puede hablar más de la gestión. Esto ha colaborado para mejorar la imagen del Gobierno.
-¿El oficialismo debería evitar los temas económicos en campaña?
-No. Estamos convencidos que la economía es parte de nuestro eje discursivo y hay que explicarlo. Es una parte fundamental del proceso de reconstrucción para el país. Estamos refundando la Argentina. Viví el proceso cuando ganó Alfonsín, y este proceso es tan importante como aquel, en términos de refundación de las bases de la Argentina para consolidar la democracia, la República y una base estructural de cambios para el desarrollo económico. Así como Alfonsín fue la bisagra para pasar de la dictadura a la democracia, Macri es la bisagra para pasar de una Argentina sin una visión de desarrollo a una Argentina con desarrollo sostenible en el tiempo. Hoy no se ve en los indicadores económicos, pero es lo que estamos construyendo. Es lo mismo que hubiera sido plantearle a Alfonsín: “pero mire la democracia, se le levantaron los militares en Semana Santa, tuvo La Tablada, Monte Caseros y usted habla de democracia”. En ese momento no veíamos el proceso democrático que estaba consolidando. El kirchnerismo ha sido una tragedia para la Argentina. Si logramos un segundo mandato de Macri y después, un espacio como el nuestro u otro racional y democrático, se van a poder ver años de desarrollo cuyo origen va a ser la primera presidencia de Macri.
"El kirchnerismo ha sido una tragedia para la Argentina. Si gana Macri, se van a poder ver años de desarrollo"
-¿Un indicador para medir la diferencia entre lo que encontró con lo que pretende dejar?
Era un Estado a pedal y ahora es un Estado digital. Tenemos expedientes electrónicos, 1600 trámites a distancia con baja de costos y ventas. Ahora vamos a salir con el 01 y el 08 digitales del registro automotor. Veo que esta etapa, sumado al ordenamiento fiscal y monetario, es la bisagra como fue Alfonsín: dictadura a democracia, del retraso al desarrollo consolidado. Por eso no me preocupa hablar de economía. Es verdad que la gente está apretada con el bolsillo, pero vamos a ir generando una mejora sostenida.
-¿Puede Macri ganar en primera vuelta?
-Es difícil hacer estimaciones de ese tipo. Hay una gran polarización. Nos va a ir muy bien, pero creo que va a haber balotaje. Es difícil llegar al 45%.
-¿La corrupción será un eje de campaña?
-A ellos no les conviene. Sería el colmo que pretendan ponerse la bandera de la transparencia. Nosotros no declamamos la transparencia, la ejecutamos todos los días. Cuando hacemos un sistema de compras digitales electrónico, cuando publicamos los datos de la gestión y la ley de acceso a la información pública son cosas que la ciudadanía va a valorar.
-¿Pero no hubo un exceso de "conflictos de intereses" de ministros como Aranguren o Luis Caputo?
-Como todas las cosas, las leyes son perfectibles. Ninguno de esos casos tuvo impedimentos para ejercer la función pública: o sea se excusaron ante situaciones. Que tenga un historial en un lugar no te impide estar en la función pública.
"Es verdad que la gente está apretada con el bolsillo, pero vamos a ir generando una mejora sostenida"
-En su caso, con el Correo…
-Sí, yo me excusé de la causa del Correo por haber sido director en algún momento, no me he metido ni me meto en nada con respecto a eso. Por otro lado, tengo el Correo como Sociedad del Estado y ahí se hizo un desastre: sin renovación tecnológica, crecimiento del personal en un 40%, con un déficit gigante. Ahora los estamos modernizando, llegando al equilibrio fiscal. Se demostró que fue un botín de guerra del kirchnerismo.
-¿Por qué Cristina Kirchner sigue sosteniendo un voto duro tan grande?
-Ella y su gobierno han generado un relato que sedujo, que en realidad estaba muy vacío de contenido. En la práctica, heredamos un país en crisis. Era una mentira: tuvo buenos resultados parciales en determinados momentos, pero en la concepción global fue un fracaso, llevó a una Argentina sin energía, con inflación, sin mercado de capitales, sin financiamiento externo, aislada del mundo, con un retroceso en las exportaciones.
-¿Cómo define su rol de vicejefe de Gabinete, tras la salida de Mario Quintana y el desarme de la estructura de controladores?
-Lo asumí bajo el pedido del presidente y de Marcos (Peña) de que sea un rol de facilitación y seguimiento de proyectos. Y tratando de ayudar que se cumplan los objetivos, en especial los transversales, desde los sistemas a la mejora del empleo público hasta los de transparencia. Mi rol trata de ser ordenador.
-¿Hay demasiados empleados públicos?
-Hemos hecho un muy buen trabajo. Bajamos la planta neta un 18%, más de 40 mil casos. Hoy estamos en un equilibrio razonable. Lo que no quiere decir que en algunos lugares pueda haber situaciones de cambio.
ES/MC