En un nuevo capítulo del debate sobre las modificaciones al impuesto a las Ganancias, las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados, presididas por los oficialistas Carlos Heller y Vanesa Siley, desarrollarán esta semana la última etapa de la discusión del proyecto. Así, se apunta a firmar dictamen para llevarlo al recinto de la Cámara baja en los próximos días, tal cual estaba estipulado en el cronograma original.
Según consignó el sitio Parlamentario, la iniciativa para reducir el impacto del Impuesto a las Ganancias se encamina a ser aprobado en Diputados luego de una ronda de reuniones informativas en las que uno de los principales interrogantes que surgió fue acerca de la financiación del beneficio.
De acuerdo a las estimaciones que presentaron funcionarios del Ministerio de Economía en el Congreso, representará un impacto fiscal de $ 41.250 millones por año pero, según destacaron los referentes del Ejecutivo, entre ellos la titular de AFIP Mercedes Marcó del Pont, la expectativa es que, al menos, un tercio de esa cifra se vuelque al consumo.
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Sin embargo, en las últimas horas ingresó a la Cámara baja un proyecto para modificar las alícuotas que pagan las empresas que da marcha atrás con cambios que había realizado en su momento la administración de Mauricio Macri. Los primeros cálculos indican que la recaudación sería cercana a los $ 40 mil millones, lo que compensaría casi en su totalidad el costo por la rebaja de Ganancias para los trabajadores.
La llegada al Congreso de esta iniciativa deja al descubierto la estrategia del Frente de Todos para obtener una primera aprobación con consenso de todo el arco gremial y de la mayoría de los referentes de la oposición para después echar a correr otra propuesta que tendrá disidencias parlamentarias y un claro rechazo de las grandes empresas.
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El texto elaborado por el Poder Ejecutivo dispone que las pequeñas empresas bajan de pagar el 30% al 25%, las medianas se mantienen en el 30% que pagaban hasta ahora y las grandes vuelven a pagar el 35% que tuvo vigencia hasta 2017 en la era de Cambiemos.
La justificación desde el oficialismo es que el 75% de las empresas pagarán menos impuesto y la presión se concentrará aún más sobre las grandes compañías, lo que motivó el rechazo de la oposición que no parece estar tan bien predispuesta como con el texto que presentó Sergio Massa para eximir del pago a más de 1.200.000 trabajadores.
AB/FF
