En la madrugada del sábado 25 de enero de 1997, el fotógrafo de la revista Noticias José Luis Cabezas salió de una fiesta en Pinamar organizada por el empresario postal Oscar Andreani. A las 5 de la mañana, un grupo de desconocidos lo esperó frente al departamento en el que vivía sobre la avenida Bunge. Lo secuestraron y lo llevaron a las afueras de la ciudad donde le dispararon dos balazos e incendiaron el vehículo con su cuerpo adentro.
El reportero gráfico dejó huérfanos a sus tres hijos María Agustina, Juan y Candela (que hace veintiún años tenían 6 años, 4 y apenas 6 meses de vida respectivamente) y viuda a su esposa, María Cristina Robledo. Su pérdida también afectó a sus padres y a su hermana, Gladys, quien cada 25 de enero le dedica unas emocionantes palabras.
Ella y el resto de la familia realizará un homenaje a las 11 en el Monolito que recuerda al fotógrafo y plantarán el pino número 21, mientras todos juntos repiten la frase "Cabezas presente, hoy y siempre".
Para recordar a su hermano, Gladys Cabezas publicó en nombre de toda una nueva carta. El texto completo:
A 21 años del asesinato de nuestro amado José Luis, la familia Cabezas, lo recordaremos como él quiere, con una sonrisa en el corazón, y un abrazo en el alma. Porque así era él, todo sonrisa y mucho amor. Pero no nos olvidamos de sus asesinos, que lo capturaron, lo esposaron, lo hicieron arrodillar y lo mataron con dos tiros en la cabeza. Y como no quedaron satisfechos, lo quemaron aún estando vivo. Y que por efecto dominó dejó a sus padres sin hijo acelerándoles la muerte a Doña Norma y Don José. Dejaron a su esposa Cristina sin marido, a sus hijos, María Agustina, Juan Ignacio y Candela sin padre. Estos delincuentes asesinos caminan al lado nuestro todos los días: tres de ellos fallecieron y queremos que ustedes recuerden sus rostros. Ellos son Alfredo Yabrán, Ríos, Prellezo Luna, Camarata, Gómez, Auge, González, Retana.