La foto del puntano Adolfo Rodríguez Saá en el despacho presidencial con Mauricio Macri y Miguel Pichetto y el apoyo del gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, renovaron una certeza que mantenía el oficialismo: la mayoría de los gobernadores podrían no comprometerse con la boleta del kirchnerismo o, incluso, apostar a la reelección de Juntos por el Cambio.
A pesar de los gestos de muchos de ellos hacia la fórmula Alberto Fernández-CFK, en la Casa Rosada apuestan que no sean pocos los gobernadores que jueguen a “media máquina” en las elecciones presidenciales que le permitan a Macri ganar adeptos.
Esta convicción se anima en un dato concreto: la mayoría de ellos desdoblaron la elección a gobernador de las presidenciales, con lo cual se reservaron un margen para no inmiscuirse de forma decisiva en lo nacional. En segundo lugar, para muchos de ellos una victoria del kirchnerismo podría ser el final de su sueño presidencialista.
Macri- Pichetto sumaron el apoyo de Rodríguez Saá y Weretilneck
“Hay gobernadores que estuvieron mejor con Macri que con Cristina. Tuvieron más guita y además si Alberto gana puede querer una reelección que los dejaría afuera de cualquier competencia en 2023”, confía una fuente oficial.
Otro caso explícito: el gobernador Domingo Peppo, en Chaco, favorito en las encuestas, se tendrá que enfrentar a “Coqui” Capitanich, el intendente capitalino, quien jugará a pedido de CFK. Peppo es un histórico peronista que, si bien dio su apoyo a la fórmula de los Fernández, no juega en el kirchnerismo ortodoxo al que responde el ex jefe de gabinete de Cristina.
Por ello, en esta jugada están dedicados Pichetto, y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, entre otros. Ambos tienen una relación personal con todos los gobernadores y conocen las internas provinciales donde podrían colarse con los desacuerdos que hubo en las listas del Frente de Todos.
Datos. Un informe que elaboró la Casa Rosada da cuenta de que los gobernadores con un acuerdo y campaña a favor del kirchnerismo representan el 8,7% del electorado. La más grande: Tucumán.
Tensión en Santa Fe y pelea familiar en San Luis, claves de la próxima elección
Por su lado, aquellos gobernadores con un acuerdo político pero sin un compromiso electoral representan el 16,7% e incluyen Santa Fe, Entre Ríos y Chaco, entre otras. En este lote de gobernadores está el electo Omar Perotti, quien será desde diciembre mandatario de Santa Fe. Su amigo Miguel Pichetto viene trabajando en una cumbre con el presidente.
Finalmente, aquellos que irán con boleta corta, sin candidato presidencial, suman un 18,4% del padrón electoral y entre ellas están Misiones y Córdoba. En éste último caso, el gobernador reelecto por paliza contra el oficialismo, Juan Schiaretti, irá con su propia boleta sin un aval explícito a ningún candidato presidencial luego de que implosionó el PJ Federal.
Tierra del Fuego y Misiones son dos de las provincias que, en las sombras, se comprometieron con el oficialismo a no dañar la boleta Macri-Pichetto. El kirchnerismo intentó instalar lo contrario la semana pasada, según explican en Balcarce 50, para mostrar fortaleza en las provincias. A la hora de contar los votos se verá.