Hace poco menos de un año el sitio de estadísticas FiveThirtyEight.com publicó un artículo en el que afirmaba que el peor político en Twitter no era el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. ¿Cómo llegó a esta aseveración? A partir de la construcción de un "ratio" de cada cuenta de Twitter la web que dirige Nate Silver realizó un estudio sobre la cuenta de Trump y de los principales Senadores norteamericanos, tanto Republicanos como Demócratas.
El ratio de Twitter consiste en una operación matemática sobre las reacciones que genera un tweet. Hay 3 tipos de interacciones posibles una vez que un tweet es publicado. Retweetearlo (RT), marcarlo como favorito (Like) o responderlo (Reply). Por el momento dejaremos de lado una cuarta opción que es citarlo (Quote). A nuestro entender, esta última reacción genera una nueva unidad significante: antes que una interacción, el tweet citado es una intervención.
El “ratio” es un indicador que se construye sobre la variación de esas tres posibles interacciones con un tweet, a partir de una hipótesis fácil de comprobar: cuantas más respuestas y menos retweets/favs tiene un tweet peor es su recepción en la audiencia. Las respuestas a un tweet representan, en su mayoría, reacciones negativas a un contenido. El apoyo no se manifiesta dando una respuesta sino economizando energías -los humanos somos avaros mostrando apoyos- a partir de un retweet o de marcarlo como favorito. En palabras de Ashley Feinberg: "Si tienes más respuestas que favs, la jodiste de algún modo"
La forma de graficar la relación entre esas tres variables (RT's, Likes y Replies) es a partir de gráficos ternarios. Estos diagramas son simples de comprender: cada uno de los 3 vértices del triángulo representa una variable, cuanto más cerca de ese vértice se ubica un punto mayor es el valor de esa variable en relación a las otras dos.
En Twitter la grieta existe y los que van por el medio se caen
Utilizamos la misma metodología que FiveThirtyEight.com con el objetivo de ver cómo funcionaban las cuentas políticas en Argentina. La forma más representativa de comparar resultados fue elegir las cuentas de 18 diputados nacionales de diversas fuerzas políticas y analizar las reacciones que generaron sus últimos 1.000 tweets. Con ello garantizamos cierta paridad en el rol institucional, en el alcance de las cuentas y en la diversidad ideológica del universo analizado.
Los gráficos que resultan del análisis de estas 18 cuentas muestran dos grupos definidos. Por un lado, diputados cuyas cuentas construyen un área muy cercana al eje Retweets/Likes. Por el otro un grupo de diputados cuyas cuentas trazan un patrón más amplio y tienden a acercarse al vértice "Respuestas/Replies".
IMAGEN 1. Reacción para todos los tweets de cada espacio
Lo que se observa es que las cuentas de Cambiemos y del Kirchnerismo tienen patrones similares. Y son las que presentan mejores resultados. Este dato no significa que los tweets que generan sean buenos, sino que las audiencias a las que esos tweets interpelan apoyan en gran medida la forma de interpretar el mundo de los contenidos que se publican.
Por el contrario, las cuentas que no forman parte de ninguno de las dos espacios políticos que polarizan el debate de nuestros días presentan peores resultados y el ratio de comentarios es más alto. Las 5 cuentas con peor ratio corresponden a diputados que no están alineados ni con Cambiemos ni con el Kirchnerismo. La excepción a la regla es Myriam Bregman que logra salir indemne del universo polarizado de Twitter. La grieta en Twitter existe, es fuerte, y a quienes no forman parte de una de las dos polaridades sus interacciones se los hacen saber.
IMAGEN 2. Cuanto más alto es el número, peor es el ratio de Respuestas/(Favoritos+RT)
La cuenta que peores resultados presenta es la de Diego Bossio, que tiene un diferencial negativo muy significativo. En este caso lo que se observa es la construcción histórica (2010-2015) de una audiencia (seguidores) con un fuerte posicionamiento en uno de los lados de esa polarización. Cuando el posicionamiento de la cuenta cambia los seguidores no cambian, y los resultados están a la vista: el ratio de Bossio es casi 10 veces peor que quien lo sigue en la lista.
Entre los miembros de Cambiemos quien presenta peores resultados es Eduardo Amadeo, una de los más activos (y ultras) defensores del oficialismo y autor de varios tweets que saltaron de un lado al otro de la polarización. Por el contrario, Silvia Lospennato es la que presenta mejor ratio, resultado que puede estar relacionado a su rol en el debate sobre la Ley de Aborto.
Dentro de los diputados del Frente para la Victoria (FPV) quien presenta peores resultados es Mayra Mendoza. Al igual que en el caso de Amadeo, aquí también observamos que quienes presentan posiciones más activas en defensa de uno de los dos espacios que construyen la polarización argentina tienden a obtener peores rendimientos, porque suelen ser los elegidos por el otro lado para discutir y construir esa polarización. Siempre es más simple polarizar con los más enfáticos, de ambos lados. El mejor rendimiento entre las cuentas del FPV es de la cuenta de Eduardo “Wado” de Pedro.
En su conjunto, las cuentas del Cambiemos presentan un rendimiento apenas peor que las del Kirchnerismo. Esa diferencia puede explicarse en la crisis económica y una serie de decisiones que viene tomando el oficialismo (tarifas, dólar, cambios en el gabinete, FMI) que hicieron que suban sus interacciones en el vértice respuestas.
Macri, CFK y Massa. En Twitter Argentina no hay camino por el medio.
Si analizamos las cuentas de los tres dirigentes que representan a los espacios políticos que disputaron la última elección presidencial las conclusiones son similares. Las cuentas de Mauricio Macri y de Cristina Fernández de Kirchner presentan resultados muy similares. Al igual que en el conjunto de diputados, el ratio de la cuenta de Macri es un poco peor que el de Kirchner. La crisis económica está afectando las interacciones oficiales y esa pequeña diferencia se explica por ese motivo. Quien peor ratio presenta de los tres es Sergio Massa, que desarrolla una imagen que se estira mucho más hacia el vértice de las respuestas.
La polarización de la política argentina se puede graficar. Al menos en Twitter es verificable. Aquellos que no forman parte de uno de los dos polos del debate la sufren y encuentran mucho más rechazo en sus publicaciones. Sin dudas, quienes más la padecen son los community managers que administran esas cuentas y tienen que lidiar con las notificaciones y las respuestas.
Luciano Galup (@lgalup) en coautoría con Juan Pablo Pilorget