La nueva CGT, un matrimonio por conveniencia que apuesta a la unidad
La central obrera se enfocará en los reclamos para que el salario recupere el poder adquisitivo tras la pandemia. Sus reparos por el acuerdo con el FMI y el vínculo con el Gobierno.
Conducción. Héctor Daer y Pablo Moyano, dos de los referentes que deberán hacer equilibrio en su relación con el Ejecutivo. |
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La CGT comienza este 2022 con metas contundentes y ambiciosas: apuesta a consolidar la unidad entre los distintos sectores, tras la elección de autoridades de 2021 que marcó el retorno del moyanismo, que la recuperación económica se traduzca en salarios con mayor poder adquisitivo y pretenden continuar en sintonía con el Gobierno nacional, pero existen reservas hacia el eventual pacto con el FMI.
Desde el entorno de uno de los máximos dirigentes de la central obrera despejan dudas, en conversación con PERFIL, con respecto a la concordancia entre los dirigentes: “es un matrimonio por conveniencia que va a andar bien”, y señalan que se vio hasta el momento “una gran responsabilidad por parte de todos en mantener la unidad, es lo que pidió el último congreso”.
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Aunque también remarcan diferencias de “estilos” entre los denominados “gordos” y los Moyano, que se pueden llegar a visualizar a lo largo de este año. El referente de Camioneros apuesta a una CGT que, llegado el caso, muestre divergencias con el Poder Ejecutivo ante alguna decisión que pueda afectar a los trabajadores. Mientras que los “gordos” cierran filas, y de forma irrestricta, en defensa de las políticas que encara la Casa Rosada. Eso sí: los integrantes de peso valoran el diálogo “permanente” que mantiene Alberto Fernández con la calle Azopardo, que incluso se acentuó tras la derrota de las PASO.
A su vez, la organización sindical requiere que los salarios ganen poder adquisitivo y la suba de precios comience a ceder. Un importante gremialista reflexionó ante este medio sobre este tema: “Hay que buscar equilibrio, se tiene que recuperar el consumo, la demanda, pero los empresarios no pueden ganar muchísimo mientras el pueblo trabajador está pasando los problemas que pasa”. En tanto, Sergio Sasia, integrante del consejo directivo de la CGT y el líder de la poderosa Confederación de Transporte, indicó que es indispensable “contener la inflación”.
También, pidió generar “un desarrollo de la producción, de la industria nacional, para aumentar el empleo” y planteó que se debe avanzar con “una Ley Federal de Transporte para optimizar la logística”, para abaratar costos, una cuestión que el Frente de Todos no desconoce. De hecho, distintos ministros, como Wado de Pedro (Interior) y Alexis Guerrera (Transporte), ya tomaron contacto con la CATT para avanzar en un borrador de la iniciativa.
El posible acuerdo con el Fondo Monetario Internacional genera reservas. Por un lado, los gremios más combativos sostienen que podría implicar un freno a la recuperación económica que se observó el año que pasó. Otros, confían en que un entendimiento no significará un ajuste, tal como pregonan desde el Ministerio de Economía.
“El Fondo siempre va a pedir condicionalidades, es un organismo multilateral que estuvo cuestionado y que volvió a emerger como el gendarme de las finanzas en la economía globalizada. No creo que es un FMI distinto, pero la Argentina no tiene mucho margen para ensayar respuestas, necesita ganar tiempo, como lo manifestó Guzmán en la CGT, y necesita elaborar un programa que le permita hacer frente a las obligaciones que tiene. En eso estamos de acuerdo con la trazabilidad del Gobierno”, expresó ante este medio Juan Carlos Schmid, ex triunviro de la central y actual secretario de Políticas de Empleo de la CGT.
Pero también aclaró: “Queremos que las medidas que se tomen no sean de restricciones y de costo sobre el pueblo del trabajador, porque eso en definitiva, vuelve inviable cualquier esquema de pago”.
