El proyecto de ley que prevé la elección de legisladores para el Parlamento del Mercosur (Parlasur), donde iría la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a modo de “salida ordenada”, ya tiene la media sanción de la Cámara de Diputados, que le dio el visto bueno a la medida con 140 votos afirmativos, 72 negativos y 18 abstenciones.
En la Cámara alta, la Comisión de Asuntos Constitucionales fue convocada mañana a las 11 para emitir dictamen en relación al proyecto, y si la oposición le facilita al oficialismo los dos tercios de los votos para habilitar el tema, será debatido en el recinto en el mismo día.
Según consignó la agencia DyN, desde el oficialismo en el Senado entablaron conversaciones con el radicalismo para lograr su tratamiento mañana, pero en principio repetirían la negativa que tuvieron en la Cámara de Diputados.
El kirchnerismo contó hoy con la ayuda de sus aliados tradicionales, más Unidad Popular y el peronismo puntano su proyecto para el elegir el año que viene parlamentarios del Mercosur. Votaron en contra la UCR, el Frente Renovador, FAP, Unión Popular, el Frente de Izquierda, PRO, UNEN, Unión por Córdoba, y otras expresiones minoritarias.
En lo que tiene que ver con la elección de los representantes, la propuesta del oficialismo que fue impulsada por Jorge Landau (FPV) establece un régimen mixto para designar a los 43 diputados del Parlasur por la Argentina, de los cuales se elegirán 24 por cada una de las provincias y por la ciudad de Buenos Aires y los 19 restantes se votarían por distrito único.
“Salida ordenada”. La posibilidad de que Cristina Fernández de Kirchner sea candidata al Parlasur en las próximas elecciones fue deslizada por distintos funcionarios oficialistas. La idea tiene grandes ventajas complementarias. Por un lado, su figura le traccionaría votos al Frente Para la Victoria y a ella la elevaría de la discusión política nacional a un plano regional, que le resulta más atractivo.
Además, la mandataria no tendría que lidiar con los problemas de la gestión diaria en el Ejecutivo ni con las acusaciones de otros legisladores en el Congreso de la Nación. Pero sin dudas, la mayor ventaja es que el cargo traería el beneficio de los fueros, por lo cual la futura expresidenta no se vería obligada a responder a ningún magistrado que la cite en Argentina. Así, por ejemplo, se evitaría tener que dar explicaciones sobre las cuentas de Hotesur que investiga el juez federal Claudio Bonadio.