Desde que comenzaron a estar juntos, una de las rutinas que, en silencio, adoptaron Horacio Rodríguez Larreta y Milagros Maylin es concurrir los domingos por la noche a una villa del Conurbano. La idea fue de la mujer del jefe de Gobierno y las visitas a barrios populares se dan en el marco de encuentros con dirigentes de La Marea, la agrupación de líderes sociales que cuenta con más de 4 mil referentes en todo el país, pero especialmente en la Provincia.
Los encuentros suelen ser distendidos e incluyen una caminata nocturna por el barrio, además de charlas y encuentros en las casas de los referentes, muchos de ellos con las gorras y las remeras de la agrupación.
Si bien Larreta venía de recorrer villas de la Ciudad, la incursión en la provincia depende de Maylin, quien desde noviembre de 2017 fue la elegida por María Eugenia Vidal para ocupar el Opisu, el organismo que se dedicó exclusivamente a la gestión de una veintena de asentamientos del Conurbano con alta conflictividad social.
En este marco, las incursiones forman parte de lo que será la campaña nacional de Larreta que contará con su mujer cada vez más activa en la esfera pública. De hecho, antes de fin de año Maylin dejará la Secretaría de Bienestar y Tercera Edad –donde construyó un vínculo privilegiado con Fernán Quirós– y se ocupará de su fundación, los planes para las villas del país, los programas de adultos mayores y, por supuesto, estará al lado del jefe comunal, pero con agenda propia en el interior.
El fin de semana pasado estuvieron juntos en Bariloche. Aunque fueron a descansar, estuvieron caminando por la peatonal y Larreta tardó una hora en caminar una cuadra. Los vecinos y los turistas los reconocieron a ambos. A comienzos de diciembre viajarán juntos a Washington, un viaje oficial que la tendrá por primera vez como exfuncionaria.
En este marco, los asesores del jefe de Gobierno vienen comentándole que su mujer podría ser clave para su figura política. En un futuro no muy lejano también se la escuchará a ella dando entrevistas en medios de comunicación.
Entre otros, la mesa chica larretista viene enfatizando la idea de que, de manera progresiva, Maylin empiece a transitar el camino de la campaña electoral. Creen que puede sumarle características de las que, a priori, carece el jefe comunal. Emoción, cercanía, entre otras. Es lo mismo que opinan otros consultores que escucha el jefe de Gobierno. Desde Guillermo Seita pasando por Jaime Duran Barba.
Hace algunas semanas les tocó ir al barrio Nueva Esperanza, un precario asentamiento en el noroeste de Lomas de Zamora, en la localidad de Santa Catalina. Se trata de un lugar muy particular por su geografía: se ubica en el polígono del otro lado del Camino de la Ribera Sur, cruzando el río Matanza-Riachuelo, y al costado del Camino de Cintura. Esto supone que esa zona de Lomas de Zamora (Santa Catalina) está rodeada de La Matanza (Aldo Bonzi), y el ingreso al barrio es por Esteban Echeverria (9 de abril).
Esa noche que estuvieron allí, algunas semanas atrás, a Larreta y Maylin los recibió Vero Torres, líder de La Marea allí, y participaron otras vecinas que también pertenecen a la agrupación.
Esa visita no fue la única. Otros domingos estuvieron en la villa Puerta de Hierro (La Matanza), en Costa Esperanza (San Martín), en La Victoria (Esteban Echeverría), en Las Casitas y Garrote (Tigre) y en 17 de Noviembre (Lomas de Zamora). Salvo algunos referentes de La Marea no se avisó a los vecinos y se realizó con sigilo por temor a represalías del oficialismo o de algún intendente peronista.