POLITICA

Las diferencias entre Isabel y Cristina al enfrentar la muerte de sus maridos

Una como vice, la otra como Presidenta de la Nación. Las reacciones de cada una en las horas más duras y el contexto político de cada situación.

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| Cedoc

La muerte del ex presidente Néstor Kirchner quedará en la historia como uno de los sucesos políticos fundamentales, aunque aún sea apresurado equipararlo al fallecimiento de Juan Domingo Perón. Entre ambos hechos, ocurridos a 36 años de distancia, hay varias similitudes y diferencias, en especial si se compara a sus viudas: Cristina Fernández de Kirchner y María Estela Martínez Cartas de Perón, alias "Isabel".

No era un día peronista el 1 de julio de 1974: las nubes invernales cubrían todo cuando se conoció el fallecimiento de Juan Domingo Perón, a los 78 años, en la residencia de Olivos. Fue Isabel la encargada de difundir la noticia: "Con gran dolor, debo transmitir, al pueblo el fallecimiento de un verdadero apostol de la paz y la no-violencia", dijo.

La muerte de Kirchner, en cambio, lo encontró junto a su esposa descansando en El Calafate , sus pagos santacruceños. La noticia se conoció en boca de los medios, a las 10 de la mañana de un día en el que el país estaba paralizado por el Censo Nacional de Población. Cristina Fernández no pronunció una palabra en público mientras se realizaban los preparativos para desplazar los restos de su marido hacia la Casa Rosada, donde fue velado.

Tras el fallecimiento de su esposo, Isabel Perón, quien había sido electa vicepresidenta con el 62 por ciento de los votos en 1973, debió hacerse cargo de los destinos del país. Cristina Fernández de Kirchner no debió hacerlo, ya que asumió la presidencia el 10 de diciembre de 2007, tras obtener el 45 por ciento de los votos. Ambas fueron las únicas presidentas femeninas en la historia del país.

"Asumo constitucionalmente la primera magistratura del país, pidiendo a cada uno de los habitantes la entereza necesaria, dentro del lógico dolor patrio, para que me ayuden a conducir los destinos del país hacia la meta feliz que Perón soñó para todos los argentinos", afirmó María Estela Martínez Cartas, el mismo día de la muerte de su esposo.

La flamante presidenta pronunció su primer discurso en la Casa Rosada, visiblemente conmovida, con una imagen frágil y la voz quebrada. La rodeaban los funcionarios de su gabinete, entre los que destacaba el ministro de Acción Social José López Rega, "el brujo", que ejerció una fuerte influencia sobre Perón primero y su sucesora después. Entonces se decía que era López Rega quien controlaba a Isabel y ejercía "el poder real".

Cristina Fernández aún no pronunció ningún discurso ni prestó declaraciones a los medios tras la muerte de su marido. Se la pudo ver junto a sus hijos , Máximo y Florencia, en la capilla ardiente armada en el Salón de los patriotas latinoamericanos de la Casa Rosada.

Luciendo anteojos negros, la presidenta se mantuvo firme a pesar del difícil momento. Hasta que uno de los manifestantes gritó: "¡Hermana Cristina, viva Chile, viva América del Sur!". Fernández se quebró y tuvo que ser contenida por su hija Florencia.