La diputada y precandidata a presidenta Elisa Carrió es objeto de varias escuchas entre los miembros de la Secretaría de Inteligencia y el empresario Leonardo Scatturice, CEO de la empresa de seguridad C3 Consulting.
El 11 de julio de 2013, el titular de C3 Consulting (una de las agencias a la que la ex SIDE le derivaba tareas de inteligencia), dice que lo tiene a César Milani “pidiendo pista de aterrizaje” y que ya se dio.
Meses después, el 12 de febrero de 2014, el empresario vuelve a hablar de Milani, en relación a Carrió: “Si ella quiere seguir contra Corazón -apodo del ex jefe del Ejército, César Milani-, bueno, es un tema político. Nosotros tenemos que desactivar y no entrar en escena y que siga la guerra. Si ella sigue contra Corazón porque es de inteligencia, bueno tiene letra para eso”.
Según surge de las transcripciones, Carrió había intentado comunicarse con Scatturice para reunirse y hablar sobre Milani. Fue el 14 de febrero de 2014. Scatturice se mostró preocupado con Alejandro Mota, funcionario de la SI. Mota le hizo averiguaciones.
Carrió quería conocer “al misterioso Leonardo”. Estaba investigando si una de las empresas de inteligencia privada ligadas a Scatturice era una “cueva” de espionaje de Milani. No se registran conversaciones que hayan confirmado una reunión entre ambos, pero sí el enojo de Scatturice contra la diputada. Pidió a Pocino una mano.