POLITICA
horas finales antes de la votacion

Los candidatos dieron las últimas puntadas sin abandonar sus rutinas

Scioli se concentró en la fiscalización en los municipios del Conurbano. Macri buscó transmitir optimismo y confía en el voto a Vidal. Massa, en contacto con sus consejeros. Galería de fotos

Almuerzo. Massa compartió un asado en el sindicato de Comercio.
| Frente Renovador

Manzana asada, helado y la mente en el Conurbano

Esta vez, la sopa, los ravioles y la milanesa con puré las consumió de manera interrumpida, ya que ayer al mediodía, el almuerzo fue el momento en que Daniel Scioli ultimó los detalles de la elección.

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En la mesa de Villa La Ñata estaban su jefe de Gabinete, Alberto Pérez, su secretario, Julián Colombo, y su amigo, Lautaro Mauro. La fiscalización en la provincia de Buenos Aires fue el tema predominante. Scioli pidió que no haya irregularidades de sus fiscales y que se concentren en los distritos en los que los intendentes obtuvieron más votos. Pérez repasó los municipios en donde tendrán fiscalización propia, además de la del intendente. Ensenada, Partido de la Costa y Berazategui, son algunos municipios donde los intendentes obtuvieron más votos que el propio Scioli. El candidato presidencial del Frente para la Victoria no quiere dejar en manos de estos jefes comunales la fiscalización, por lo que en estos distritos desembarcarán mañana hombres del gobierno bonaerense.

Ya para la manzana asada con helado quedó el repaso de los números. En la mesa se confió en que con una mejor fiscalización y con los puntos que aseguran que subieron en Santa Fe, Córdoba y Mendoza obtendrán la diferencia esperada. Ni siquiera durante las últimas 48 horas Scioli interrumpió su rutina. Después del almuerzo durmió la siesta y antes de las 17 ya se había bañando y afeitado otra vez, al igual que por la mañana. El candidato presidencial tiene dos amaneceres.

La noche anterior, el gobernador sorprendió con un cierre en ShowMatch, de Marcelo Tinelli. La última vez que el conductor se involucró en política, había invitado al piso también a Mauricio Macri y Sergio Massa. Pero a pocas horas de la elección general, Tinelli despejó dudas sobre su apoyo al gobernador. “Frenalo a Lautaro”, le dijo el conductor a Scioli al final de la charla, sobre el trasfondo de las negociaciones para este cierre electoral en el que no estuvieron los otros postulantes.

A última hora, Scioli le dedicó unos minutos a una revisación médica para calmar los dolores que le ocasiona el brazo ortopédico y poder pasar el día de la votación sin sobresaltos

Chocolates y apuesta a indecisos

Aunque pasó casi 16 horas en campaña por día en los últimos siete, y realizó más de veinte entrevistas periodísticas diarias, Mauricio Macri no dejó nunca de dormir entre 30 y 45 minutos de siesta. Tampoco abandonó sus dos placeres personales: su mujer Juliana y su hija Antonia, y los chocolates en barra, en especial el Block y el Shot. Incluso se animó a jugar más fuerte: empezó a disfrutar de las rondas de mate en las recorridas, una infusión que mantenía al margen, en especial por no ser parte del ritual que implica.

Desde su entorno aseguran que las últimas encuestas lo tranquilizaron y afirman que existe una recuperación. Por ello, la estrategia apuntó a captar el “voto positivo” en lugar del “voto útil” que planteó Massa. Esta misma idea se plasmó en los últimos actos “festivos” que encaró junto a sus aliados, Ernesto Sanz (UCR) y Elisa Carrió, y con la estricta supervisación del jefe de campaña, Marcos Peña.

Incluso, dentro de su gabinete, el ministro Esteban Bullrich (Educación) arriesgó el miércoles en Lanús, de forma metafórica, que podían “ganar en primera vuelta” si se volcaba el voto massista y el del progresismo, y si se sumaba un porcentaje de casi el 30% que no fue a votar. Un eufemismo que marcó un mejor clima dentro del frente, con la idea de abandonar la apatía y el pesimismo que marcaron una parte de la campaña.

De todas maneras, en el equipo de Cambiemos se convencieron de que habrá dos claves: la elección en la Provincia, y en particular cuántos votos pueda obtener María Eugenia Vidal), y por el otro, se mostraron confiados con el apoyo radical para fiscalizar el Norte del país, donde el Frente para la Victoria se llevó casi un millón y medio de votos de diferencia. Para esta tarea se desembolsaron más de $ 30 millones para que los dirigentes territoriales mejoren sustancialmente los resultados de las PASO.

En los últimos 15 días Macri agregó una variable privada: sumó a su mujer, Juliana Awada, e incluso a su hija menor, Antonia, no sólo a las notas sino a sus recorridas por el Interior. A tal punto, que subió a su cuenta de Instagram un video de Antonia pidiendo que el voto para su padre. El candidato de Cambiemos espera que el grueso de los casi 20% de indecisos lo acompañen. A partir de allí su otro anhelo: quedar lo más cerca posible de Scioli e ir a segunda vuelta

Parrilla y anhelo por el ballottage

Cuatro llamados diarios al gobernador José Manuel de la Sota y uno extenso a Roberto Lavagna. Sergio Massa encontró en estos dos dirigentes a sus principales consejeros, y en los últimos días de la campaña se apoyó en ellos.

Las últimas conversaciones se concentraron en los discursos finales y en la insistencia de remarcar las propuestas en entrevistas anteriores a la veda. El vínculo con De la Sota se convirtió en amistad, a tal punto que ayer a la tarde, el candidato a presidente de UNA junto a su familia viajó a Córdoba para cenar con la familia del gobernador.

También hubo conversaciones con su hombre de confianza, Eduardo Cergnul, quien siguió de cerca la presentación judicial realizada ante el juez federal de Resistencia, para que se compute el voto en blanco. El jueves por la noche, Massa apenas durmió cuatro horas. A las siete de la mañana (horario que acostumbra estar durmiendo) caminó por el camino de los remeros de Tigre y después compartió un asado con empleados del Sindicato de Comercio.

Durante la veda, hubo tiempo para el fútbol. De ello habla con su amigo y su hombre más cercano, Ezequiel Melaraña. Hubo cargadas y comparación con la política ya que la próxima semana Tigre, su club de fútbol, le puede frenar el sueño al Boca de Mauricio Macri de salir campeón. “¿Y si lo sacamos del ballottage y también del campeonato?”, dijo un sonriente Massa