Minutos después de las once de la mañana comenzó la audiencia pública en la sala AMIA de los tribunales de Comodoro Py en la cual la Sala II de la Cámara Nacional de Casación Penal debía ractificar o desestimar el fallo que ordenó la extracción compulsiva de muestras de ADN a Marcela y Felipe Noble. De forma puntual llegaron los defensores de Marcela y Felipe Herrera, del mismo modo que arribaron para dar sus fundamentos los querellantes.
La abogada Roxana Piña y sus pares Ignacio Padilla y Alejandro Carrió encabezaron a los representantes de los hijos adoptivos de Ernestina Herrera de Noble. A su izquierda aguardaban en silencio el abogado de Abuelas de Plaza de Mayo, Alan Iud, la titular de la entidad, Estela de Carlotto, el fiscal Raúl Plee, el representante de la familia Lanouscou, Pablo Llonto y la doctora Alsira Ríos, entre otros.
El primero en tomar la palabra fue Carrió. El letrado comenzó explicando que, a su juicio, los derechos de los hermanos Noble "no fueron vistos". También consideró que era falsa la acusación sobre que ellos estén dilatando las pruebas. Para eso dijo que tanto en 2003 como en 2007 se ofrecieron: "Este es un examen compulsivo contra su voluntad", dijo y remitió "El caso Prieto".
El caso Prieto es similar al de los hermanos Noble Herrera. Emiliano y Guillermo Prieto eran hijos adoptivos presuntamente apropiados y se negaban a hacerse la extracción de sangre. Pero la Justicia ordenó la extracción compulsiva de elementos íntimos como método no invasivo para averiguar la posible comisión del delito de lesa humanidad de apropiación de menores.
Su colega Roxana Piña siguió con ese sentido durante su presentación y, bajo la atenta mirada de todo el recinto y unos 15 periodistas, explicó que nunca se intentó dilatar nada y que habría consecuencias psíquicas para los hermanos en caso de que se realizaran extracciones compulsivas. A continuación, Carrió volvió a hablar. En este caso sólo para advertir que irían a la Corte Suprema en caso de que la Sala realice un fallo desfavorable para sus clientes.
Por su parte, el fiscal Raúl Plee avaló que se hagan estas extracciones: "Se han dado los motivos de necesidad y razonabilidad que fundamentan la medida y se están respetando los principios de identidad de las víctimas en un caso donde se han agotado todas las posibilidades", explicó.
Dijo también que fue el Estado el que cometió estos delitos de lesa humanidad y por ende es responsabilidad del Estado cerrarlos. "No es el Estado versus dos personas (en referencia a Marcela y Felipe), sino el Estado frente a dos personas y miles de familias. Esta negativa afecta a terceros".
Mismo recurso. El abogado de Abuelas, Iud, explicó que el fundamento para las extracciones compulsivas se debe a "la imposibilidad de obtener ADN de manera alternativa" y arremetió contra Carrió al advertir que sus premisas "no son ciertas". Dijo además que el "supuesto agravio en la salud mental de Marcelo y Felipe" no es tal ya que hay pericias de "hace 8 años atrás que explican que si hay un cuidado de la víctima" no pasa nada grave.
La doctora Ríos, por su parte, se quejó de que "hace 10 años que discutimos lo mismo" y ofreció un breve relato de la historia de la causa. Además, fue directa cuando dijo que "acá hay un sector que busca la verdad y otro impunidad". Dijo que en esta causa "hay un interés público que perjudica a terceros" por lo que no se podía recurrir al artículo 19 de la Constitución Nacional.
Por la hija de Felipe. Pablo Llonto fue el último en argumentar. "No hay que venir más a mentir. Atrás de esta causa hay un poder económico", dijo y mencionó la carta que escribió el 11 de enero de 2003 Ernestina Herrera en la cual admitió que Marcela y Felipe podrían ser hijos de "víctimas de la represión".
Por último, mencionó a Mora, la hija de un año de Felipe. Y pidió justicia por ella también: "Morita tiene derecho a conocer también su patrón genético". Luego ambos bandos aclararon conceptos y el juez Guillermo Yacobucci dijo que la decisión será tomada el próximo jueves 2 de junio a las 12 horas.
Cerca de las 14 terminó la audiencia. Los abogados de los hijos de Ernestina Herrera de Noble se fueron rápidamente y en silencio. Luego lo hicieron los letrados de la querella. Una cita de más de dos horas que revivió la tensión de una de las causas mas polémicas de estos tiempos.
(*) de la redacción de Perfil.com.