Información privilegiada. Filtración de mails. Estructuras offshore para maximizar rentas. Y un acuerdo de confidencialidad que un funcionario del Gobierno no cumplió. Estas cuestiones abundan en el memorándum que firmaron la Argentina y Qatar. Desde el 28 de julio, cuando el presidente Mauricio Macri recibió al emir de ese país, Sheik Tamin bin Hamad Al Thani, hasta el domingo 6 de noviembre, momento en el que se firmó el acuerdo, hubo correos de Estado que se compartieron a empresarios privados. Y estos, con la información privilegiada, habrían firmado contratos millonarios con Qatar Investment Authority (QIA) para ser “consejero local” del fondo de mil millones de dólares que se acordó con el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) y que Perfil publicó en exclusiva. Paso a paso, como se desencadenó todo.
Del lado argentino, el encargado de llevar adelante las negociaciones fue Horacio Reyser, hasta entonces asesor con rango de subsecretario de Macri en inversiones extranjeras y en la última semana nombrado en Cancillería, a cargo de la Secretaría de Relaciones Económicas. Por parte del Estado de Qatar, los representantes de QIA. Toda la información que compartieron funcionarios argentinos, Reyser se lo reenvió al extenista Gastón Gaudio. ¿Qué papel cumplió el ganador de Roland Garros? “Yo trabajo con gente de Qatar, pero nada oficial”, dijo a Perfil el 22 de septiembre. ¿Qué hizo él con esta información sensible? La reenvió al empresario y amigo de su infancia, Nicolás Rosendi. ¿Y qué hizo Rosendi? Comenzó a reunirse con empresarios argentinos para ofrecerles participar de las inversiones de QIA y poner a disposición sus servicios, adelantándose a los acuerdos entre ambos Estados gracias a la información (privilegiada) que fue recibiendo de Gaudio.
Olivos. El 28 de julio, el Presidente recibió al emir de Qatar en la residencia de Olivos junto a Reyser, la canciller Susana Malcorra, el jefe de gabinete, Marcos Peña y el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay. Por parte de la visita, estuvo uno de los CEOs de QIA, Sheikh Abdullah Bin Mohammed Bin Saud Al Thani, y de Qatar Petróleo, Saad Sherida al-Kaabi. Y en medio de todos ellos, Gaudio.
Un mes después, con la mira puesta en la cumbre del G20 que se realizó en la ciudad china de Hangzhou, el Presidente y su comitiva hicieron una estratégica escala en Qatar. Allí volvió a ver personalmente al emir.
Mails y contactos. Al principio de la negociación, Gaudio estuvo al tanto de todo lo que plantearon los funcionarios.. El 14 de agosto Juan Procaccini, presidente de la Agencia Argentina de Inversiones envió un correo a funcionarios de la JGM Leandro Cuccioli, Andrés Ondarra; el Jefe de Gabinete de la Secretaría de Finanzas de la Nación, Pablo Quirno; Luis Blaquier, a cargo del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) y quien firmó el memorándum; y el extenista bajo el asunto “Qatar”. En el mismo señaló: “Les adjuntamos una breve descripción de la idea del Fondo de Capital Argentina-Qatar. Si están de acuerdo, lo enviamos mañana lunes”. Todo, a través de cuentas oficiales. Ese mismo día, por la noche, Reyser mandó sus “comentarios”. Siempre, en copia, Gaudio, que se movió como funcionario de Estado.
“Soy amigo personal del emir”, dijo a Perfil el extenista. “La gente de Qatar es mi gente”, añadió. A tal punto llega la "buena onda" entre ambos que el emir eligió a Gaudio para que le entregara el trofeo en la final del Abierto de Qatar al ganador, Novak Djokovic, el pasado 9 de enero. Sin embargo, nunca tuvo cargo oficial. “Yo no cobro nada. Que vos me llames ya me da una paja bárbara”, agregó vía telefónica. Minutos después de la charla llamó para remarcar una cuestión: “Lo hago todo de onda”.
¿Tráfico de influencias? Casi en simultáneo que los funcionarios iban detallando cada reunión con los representantes árabes, Gaudio enviaba toda la información a su amigo personal Rosendi. Y cuando quedó afuera de la agenda, el propio Reyser se encargó de enviar todos los detalles al “Gato”. Según pudo reconstruir Perfil, con la información privilegiada Rosendi habría avanzado en la firma de un contrato con QIA para ser uno de los representantes locales del fondo y obtener comisiones a partir de cualquier negocio cerrado. Las empresas para esto serían Morris Business Management Group, Capital Consulting S.A y LatinAmerican Re, todas relacionadas de alguna manera con él.
Una de las reuniones más importantes sucedió el martes 18 de octubre a las 12.30. Gaudio y Rosendi arribaron al edificio de YPF sobre Macacha Güemes 515. En el piso 33 los esperaba el presidente de la petrolera argentina, Miguel Ángel Gutierrez. ¿Fueron como representantes de QIA? ¿O del Estado nacional? Fuentes de la empresa señalaron a Perfil que la dupla fue “a título personal” y nunca explicitaron que estaban en representación de otras entidades. Entonces, ¿por qué los recibió? “Querían ver la situación y oportunidades sobre infraestructura y energía”, añadieron los voceros. Además, dejaron en claro que “YPF no es parte del convenio ni participó de la negociación”. ¿Estaba Gutiérrez al tanto de la información que manejaban Gaudio y Rosendi? “Ignora el alcance de la situación”, se limitaron a contestar.
Perfil se comunicó con Rosendi, quien pidió contestar las preguntas vía mail. “Por un tema de salud estoy en cama hace 40 días y tengo para 15 días más”, señaló el 14 de noviembre. Sin embargo, el 18 de octubre estuvo en YPF. Luego de recibir el cuestionario, explicó: “La gran mayoría de las preguntas se refieren a la relación del Gobierno con Qatar y no tengo ningún rol ni relación en las conversaciones entre el Gobierno y Qatar. Ni personalmente ni por intermedio de sociedades con las que estoy relacionado”. Por otra parte, señaló que asesoró a Gaudio “en algunas cuestiones personales, pero ajenas a la relación con Qatar y/o cualquier otro país extranjero”.
Nada confidencial. Desde el entorno de Reyser explicaron que Gaudio estuvo al tanto de las negociaciones por su amistad con el emir, pero que “nada de lo que recibió fue confidencial” y señalaron que lo mantuvieron dentro de la agenda “para que no se demore el acuerdo”. También es llamativo, ya que el 3 de noviembre Gaudio recibió de Reyser los últimos borradores del memorándum que negociaron los funcionarios del Estado argentino con los representantes de QIA. Inclusive con la lista de las empresas candidatas a administrar el fondo (Blackstone, Blackrock, Adhmore y KKR). Sin pausa, Gaudio se encargo de mandarlo a Rosendi.
Por otra parte, si bien admitieron conocer a este empresario, dijeron que no sabían que el extenista le había enviado correos de esas negociaciones. Además, recalcaron que Gaudio no cobraba ni un centavo por los favores y acercamientos. Eso mismo resaltó el excampeón del Abierto de Francia: “Yo no cobro nada, me pago los pasajes para viajar. No gano un peso de nada y ya me estás llamando, imaginate si llego a ver un dólar”. ¿Estaba al tanto Blaquier de esta situación? Fuentes de su entorno dijeron a Perfil que "solo hablábamos con QIA", que jamás hubo intermediarios y que el titular del FGS no conoce a Rosendi.
Sin embargo, este amigo de toda la vida de Gaudio tuvo acceso a la información como si fuera un funcionario más. Según confirmó Perfil, recibió el memorándum a través de un representante de QIA y también del extenista. Este portal se comunicó con dos ejecutivos de alto rango de la entidad pero no obtuvo respuesta. Tres días después, el domingo 6 de noviembre, la vicepresidenta Gabriela Michetti fue la encargada de liderar el acto en Qatar. La firma la puso Blaquier. Hasta allí viajó especialmente Gaudio. De onda.
(*) De la redacción de Perfil