La oposición venezolana a Nicolás Maduro obtuvo un triunfo político en la XV reunión del Grupo de Lima que se hizo este martes en Buenos Aires. Encolumnados detrás de Juan Guaidó, el presidente encargado de Venezuela reconocido por más de 50 países (entre ellos, el argentino), consiguió dos logros.
Por un lado, avanzó con el impulso para investigar penalmente al "usurpador" -como ellos lo describen-. Y por otro, instaló a este club político como el antagonista ideológico al histórico Foro de Sao Paulo, desde donde emanaron gran parte de las ideas latinoamericanas de la última década.
Julio Borges, coordinador del partido Primero Justicia y embajador de Guaidó ante el Grupo de Lima, informó que dos de los puntos consensuados tienen que ver con avanzar en una serie de “mecanismos que permitan investigar a presuntos testaferros y familiares de la dictadura por su vinculación con narcotráfico, corrupción y crimen organizado” y rechazar al Foro de Sao Paulo.
El repudio a este foro, que fue cabecera de las fuerzas políticas que gobernaron la región hasta hace poco, se volvió parte de la batalla política de las expresiones liberales y ultras que conquistaron el poder en el turno actual y denuncian a sus predecesores como "populismo".
No es casual que el Grupo de Lima haya nacido como tal recién en 2017, con el alineamiento de diversos gobiernos que representaron, de algún modo, el golpe del péndulo al signo ideológico de la región. Tampoco que muchos de quienes hoy representaron a esos gobiernos en Buenos Aires hayan condenado, en alguna oportunidad, al foro que fundó el Partido de los Trabajadores en los '90.
El repudio al Foro de São Paulo se ha vuelto parte de la batalla política de las expresiones liberales y ultras contra sus predecesores en el poder
En el documento final de la reunión de este martes, en Buenos Aires, los firmantes “manifiestan su rechazo a los foros y movimientos –como el autodenominado “Foro de São Paulo”– que pretenden actuar en defensa del régimen dictatorial ilegítimo de Nicolás Maduro”. E “instan a las agrupaciones políticas verdaderamente comprometidas con la democracia” a no sumarse a la línea de acción que se debatirá en Caracas, entre mañana miércoles y el domingo, cuando dichos movimientos se reúnan en lo que, desde el Grupo de Lima, describen como un explícito respaldo al chavismo.
De igual modo, una de las estrategias que trajo consigo Borges, en representación de la Asamblea Nacional venezolana que desconoce a Maduro y proclamó a Guaidó como su cabeza de gobierno en enero pasado, es la de internacionalizar la crisis de su país. “Que Venezuela deje de ser un problema hemisférico”, demandó en su exposición el representante de Guaidó en la mesa de cancilleres del Grupo de Lima, para lo cual elevarán las denuncias contra Maduro y su gobierno hasta las Naciones Unidas.
Para ello es que solicitaron, con éxito, que los gobiernos investiguen el entorno del presidente venezolano a fin de detectar posibles fugas de dinero, a través de patrimonio a nombre de terceros. Una nueva línea de acción a partir de informaciones que trascendieron en la prensa sobre una residencia de Maduro y su esposa, Cilia Flores, en República Dominicana, hace unos meses, aunque no fuera admitida por el mandatario. Del mismo modo, exhortan a que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos acuda a relevar la situación, tal como hizo la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU.
“Que Venezuela deje de ser un problema hemisférico”, demandó en su exposición en el Palacio San Martín el representante de Juan Guaidó
Respecto a este último informe, que se debatió en el ámbito del Grupo, el tercero de los acuerdos valorados por Borges –entre una gama mayor de puntos que hacen al documento final– guarda relación con la elevación a la Procuración de la Corte Penal Internacional del lapidario informe de Michelle Bachelet sobre las violaciones de los derechos humanos en Venezuela. En septiembre de 2018, Argentina, Canadá, Chile, Colombia, Paraguay y Perú requirieron al tribunal en La Haya que inicie un proceso contra Maduro por estas causales.
Esta semana, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos convocó a los venezolanos residentes en la Argentina a presentar sus denuncias, incluso en forma anónima, a fin de trasladarlas a la CPI como casos concretos junto al documento de la ONU. Hoy se resolvió invitar a otros países “comprometidos con la restauración de la democracia venezolana” en la región ha imitar esta decisión. También a Europa y los Estados Unidos.
MB/MC
