Antes de inciar su viaje a México, el papa Francisco le envió un rosario bendecido a Milagro Sala a través de uno de sus mas estrechos colaboradores argentinos, Enrique Palmeyro, uno de los argentinos de mayor confianza del Sumo Pontífice y número dos de Scholas Ocurrentes la red global de escuelas con estatus pontificio que nació en el Arzobispado de Buenos Aires y ahora trabaja a nivel mundial.
Según cita el diario Página 12, el jefe de la Iglesia Católica también le hizo saber a la dirigente social detenida en la provincia de Jujuy que “está muy preocupado por su detención”.
Este no es el primer gesto de Francisco hacia Sala. En Junio de 2014, la por entonces diputada jujeña Milagro Sala y dirigentes de organizaciones coyas, guaraníes y diaguitas se entrevistaron con el Sumo Pontífice en el Vaticano, donde le regalaron una chuspa, una bolsa tejida con hojas de coca. La jefa de la organización Tupac Amaru consideró que su encuentro con el Papa ha sido “histórico”.
Hoy Milagro Sala continúa detenida en Jujuy acusada por organizar un campamento frente a la sede de gobierno provincial, pero luego le imputaron un delito más grave que impide su liberación: asociación ilícita, fraude y extorsión