El saliente gobernador del Chaco, Jorge Capitanich, aseguró hoy que su “gran frustración" durante sus ocho años de mandato en esta provincia fue la escandalosa suspensión del partido amistoso entre los seleccionados de fútbol de Argentina y Brasil, al tiempo que pidió disculpas por sus errores y destacó los logros de gestión.
"Fue una gran frustración personal", expresó Capitanich durante un brindis que ofreció a los trabajadores de prensa en la Gobernación del Chaco respecto al partido que Argentina y Brasil debían disputar el 3 de octubre de 2012 en el Estadio Centenario del Club Sarmiento de Resistencia, del cual el mandatario provincial era presidente.
El gobernador recordó que "fue una noche negra. Chaco venía con un nivel estratégico de posicionamiento nacional e internacional, pero el sabotaje pudo más", se lamentó sin ahondar en mayores detalles respecto a los motivos que llevaron a la suspensión del partido por un desperfecto eléctrico en el sistema lumínico del estadio que no pudo solucionarse en ese momento.
Además, el político aprovechó para pedir "perdón por los errores" que pudo haber cometido durante su gestión y en especial se disculpó con "los dirigentes políticos de la oposición por si alguna vez los ofendí o me excedí", según informó la agencia DyN.
"Tengo la convicción de haber hecho el máximo esfuerzo durante ocho años de gestión para servir a mi pueblo" y destacó que en ese periodo la "austeridad fue mi bandera", puesto que "siempre anduve sin chofer y me resistí a tener guardia para estar en contacto con la gente".
Antes de entregar mañana los atributos al gobernador electo Domingo Peppo y asumir al frente de la Municipalidad de Resistencia, Capitanich indicó que durante los próximos días presentará su declaración jurada en forma pública, al entender que "hay que rendir cuentas para garantizar la transferencia en el uso de los recursos del Estado".
