El 14 de mayo de 2014 se inició la construcción de 375 viviendas en Merlo. Pasaron más de seis años y recién ahora los vecinos de esta localidad bonaerense podrán acceder al sueño de la casa propia. Se trata solo de una de las obras que durante los últimos años quedaron paralizadas a pesar de su importante nivel de ejecución.
Para inaugurar este barrio de Merlo solo faltaba la colocación de una planta de tratamientos de agua y la conexión de red. Las casi 400 casas estaban terminadas y equipadas desde 2017, pero la instalación no se había hecho hasta ahora. Tras dos meses de trabajos, en los próximos días el gobierno entregará la obra que significó una inversión de $ 650.300 millones.
La semana pasada, el presidente Alberto Fernández entregó 380 unidades habitacionales y en los próximos meses se entregarán otras 1500 en Salta, Santiago del Estero, Misiones, Córdoba, Mendoza, Ciudad de Buenos Aires, Buenos Aires, Río Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego. Una de estas entregas está en el barrio Papa Francisco en San Antonio de Areco, que también se había comenzado a construir en 2014 y cuenta con 92 casas con una inversión de $ 229.973.555.
Lanzan un programa para finalizar obras de viviendas paralizadas
Estas son parte de las 12 mil viviendas iniciadas durante la última gestión de Cristina Kirchner que el gobierno de Mauricio Macri no finalizó. En total, la gestión kirchnerista había dejado avanzadas 31 mil soluciones habitacionales.
Algunas de estas viviendas, al iniciar el mandato de Macri sólo tenían un 5 % del avance de obra. Lejos de continuarlas, se rescindieron los contratos que ahora se volvieron a retomar. En otra obra, como la del barrio Estación Buenos Aires de Capital Federal, se rescindió el contrato cuando solo faltaba el 3 % de ejecución. Fue en mayo de 2019 y la actual gestión ya retomó los convenios.
Alberto Fernández: "En cuatro años se llevaron los dólares fuera del país"
La paralización de las obras durante los últimos años llevó al Gobierno de Macri a realizar gastos para su conservación. Desde el actual ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat los llaman “gastos improductivos” a desembolsos por los cuidados de predios para evitar usurpaciones, destrozos o robos.
En los últimos meses, también se tuvieron que hacer pagos para revertir el estado de abandono que sufrieron muchas de las construcciones. Según la información de la cartera que conduce María Eugenia Bielsa, los costos de seguridad y reacondicionamiento equivalen a la construcción de otros ocho barrios de características similares al de San Antonio de Areco.
El Presupuesto de 2019 para la construcción de viviendas fue de $ 5 mil millones mientras que en 2015, el presupuesto para PROCREAR fue de $200 mil millones. Los movimientos de este ministerio durante estos meses generaron críticas por su bajo nivel de ejecución que hoy está en el 44,27 %.
Desde el ministerio explican que llegaron a un área desbastada a la que tuvieron que volver a poner en marcha frente a un gobierno que dejó de lado la política habitacional desde el Estado y pasó a motivar los créditos desde el sector privado.
RA/MC
