Mientras la Nación ultima los detalles para dar a conocer en la tarde de este miércoles el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que apunta a reducir la circulación de personas en todo el territorio nacional y establecer un “toque de queda nocturno” a partir de las 22 y hasta las 6, por lo menos en las próximas tres semanas ante el crecimiento de los casos de contagio de COVID-19, desde la Ciudad, en tanto, la postura parece ser otra.
Según fuentes consultadas por PERFIL, desde la sede gubernamental de Parque Patricios adelantaron que se encuentran a la espera de conocer los alcances reales del DNU, sobre todo, para saber si les queda un margen de acción para aplicar las restricciones. “Tenemos que ver los alcances del DNU y a partir de ahí vamos a movernos en tal sentido. Nuestra posición es cerrar la actividad comercial a partir de las 00, sin la necesidad de aplicar restricciones vehiculares. No estamos a favor de cerrar antes”. Entre otros factores, el objetivo apunta a evitar otro golpe al sector gastronómico, además de restringir actividades individuales.
Otras de las medidas que podría encarar el Gobierno porteño tienen que ver con el transporte público de pasajeros. En este sentido, se está evaluando la posibilidad habilitar el estacionamiento libre para aquellas personas que vengan a la Ciudad en su auto particular, con lo cual se descomprimiría el uso del transporte de pasajeros. Por otra parte, también se está analizando la posibilidad de permitir que los comercios abran sus puertas a partir de las 10 de la mañana. "Con estas medidas se aliviaría el traslado de personas en el transporte público, sobre todo entre las 6 y las 8, es decir, en las horas pico", según adelantaron desde Parque Patricios.
Más allá de este ida y vuelta por el horario de cierre de las actividades y la aplicación de las restricciones, por el momento continúan las negociaciones entre Balcarce 50 y la sede de Uspallata a fin de llegar a un acuerdo.
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Respecto al denominado toque de queda nocturno que pretende aplicar el Estado nacional, en el que solo podrán circular las personas denominadas “esenciales”, el Ejecutivo porteño considera que no será necesario. “Las actividades al aire libre no contagian, la gente podrá caminar por la calle”, aseguraron.
Además de reforzar los controles en el transporte público, en el que solo podrán trasladarse las personas esenciales, se establecerá un aforo del 30% a la ocupación en restaurantes y bares en los horarios en que se encuentren abiertos y se prohibirán las reuniones sociales en espacios privados y en salones.
En principio, las medidas se extenderán por tres semanas aunque aún se desconoce si será el viernes 30 de abril o el lunes 3 de mayo.
