El Tribunal Oral Federal 4 rechazó este martes los pedidos de nulidad del juicio por el caso Ciccone que había planteado la defensa del exvicepresidente Amado Boudou. Además se opusieron a que la exmandataria Cristina Fernández de Kirchner y otros exfuncionarios declaren como testigos.
Boudou sostuvo que nunca se reunió con el empresario Nicolás Ciccone, al desmentir lo que había dicho momentos antes el creador de la quebrada imprenta, y criticó la investigación que hizo el juez Ariel Lijo.
"Fue un cuento armado, no pueden decir la verdad. No existió la reunión, la charla, ni en los términos informados que dijo hoy Ciccone ni en los que quiso poner la instrucción", afirmó el exfuncionario. En ese sentido, agregó: "Es muy curiosa la interpretación que le dio el instructor" y completó: "Por donde uno lo mire, esta reunión fue inventada".
Por otra parte, los jueces Pablo Bertuzzi, Néstor Costabel y Gabriela López Iñiguez, admitieron someter a debate el pedido de la defensa de Alejandro Paul Vandenbroele para que se anule la citación a declarar como testigo a su ex esposa, Laura Muñoz, quien destapó el caso al haber declarado que su exmarido “fue testaferro de Boudou”, según consignó la agencia DyN.
La defensora oficial de Vandenbroele, Paola Bigliani, fundamentó su solicitud en que su defendido y Muñoz “no están divorciados” y la ley, recordó, “impide a un testigo declarar contra su cónyuge”.
El tribunal también rechazó los pedidos de la defensa del agente de la AFIP Rafael Resnick Brenner de incluir en la lista de testigos a la ex presidenta Fernández, el ex titular de la AFIP Ricardo Echegaray, el ex jefe de Gabinete y senador nacional Juan Manuel Abal Medina, y el ex secretario de Comercio Guillermo Moreno.
Boudou comparece acusado de "cohecho" e "incumplimiento de los deberes de funcionario público", junto a los otros acusados, entre los cuáles también figuran el antiguo dueño de la imprenta Nicolás Ciccone y el funcionario del Ministerio de Economía Guido Forcieri.
Por la fiscalía participan en este juicio Marcelo Colombo y Santiago Eyherabide y las querellas están representadas por la Oficina Anticorrupción (OA) y la Unidad de información Financiera (UIF).
La hipótesis que se maneja en la causa es que cuando la empresa Ciccone estaba en la quiebra, The Old Fund apareció para ofrecerse a levantarla y quedarse con el 70 por ciento del paquete accionario mientras conseguía un beneficioso plan de pagos con la AFIP y encaraba la impresión de billetes de moneda nacional.
En su acusación, el fiscal Di Lello sostuvo que el exvicepresidente "desplegó su influencia" para facilitar las maniobras de "adquisición de la empresa Ciccone Calcográfica" y su posterior "habilitación para contratar con el Estado Nacional", con la colaboración" del resto de los acusados.