El presidente Alberto Fernández tuvo este martes 15 de febrero un tenso cruce con el fiscal del caso de la obra pública, Diego Luciani, quien le pidió que no le faltara el respeto luego de que le insistiera sobre una pregunta y el Presidente le respondiera que no lo estaba escuchando.
Este fue uno de los momentos de mayor tensión de la declaración como testigo que brindó el jefe de Estado en los tribunales federales de Comodoro Py, en el marco de la causa que involucra a la vicepresidenta Cristina Kirchner por supuesto direccionamiento de contratos viales en favor del empresario Lázaro Báez.
Luciani se enfocó en cómo se decidía la asignación de recursos en la ley de presupuesto y, especialmente, si "el Presidente de la Nación instruía sobre a dónde mandar recursos".
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"Una vez que uno tiene el presupuesto aprobado maneja su presupuesto. No recurre más a un Presidente", respondió Fernández.
El fiscal insistió en varias oportunidades y el ex jefe de Gabinete explicó técnicamente cómo se confecciona el proyecto de ley de Presupuesto, y lo dificultosa que resulta luego la aprobación tras el trámite parlamentario. "El Presupuesto no es la decisión de un Presidente", explicó Fernández, tras describir todas las áreas que intervienen en su confección.
"La aprobación de un Presupuesto no es decisión de un presidente que decide cómo se gasta la plata, intervienen muchísimas jurisdicciones. No hay espacio para que alguien cometa una arbitrariedad y el conjunto de diputados y senadores la tolere porque después tienen que rendir cuentas en sus provincias", argumentó.
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Cuando Luciani insistió una vez más, se produjo un tenso diálogo: "Me parece que usted no me escuchó bien cuando yo...", dijo Fernández.
"Le escuché perfectamente", le respondió el fiscal, y Fernández remató: "Entonces tiene un problema de comprensión".
Esa expresión del Presidente derivó en el momento más tenso, cuando Luciani le reclamó que no le faltara el respeto. "No me falte el respeto, doctor", le dijo el fiscal al jefe de Estado.
El tribunal intervino para aplacar los ánimos y de inmediato Fernández aclaró: "No tuve ninguna intención de faltarle el respeto al señor fiscal", dijo que "trató de ser descriptivo" y se disculpó por si su expresión había sonado "despectiva".
Además, hubo otros dos momentos de cruce entre el presidente y el fiscal: el primero cuando el representante del Ministerio Público intentó preguntarle por unas declaraciones periodísticas en la que el actual presidente había esgrimido sospechas sobre las obras en Santa Cruz mientras estaba enfrentado con la familia Kirchner.
Ante esto, los rechazos de las defensas fueron en masa, Luciani insistió y Fernández se tuvo que retirar para que este pueda dar sus argumentos respecto del por qué de la pregunta.
ag / ds