No deja de dar un poco de vergüenza y pena ver al mundo político argentino midiendo cuánto diente se le ve al Papa cuando recibe a un presidente para ver si hay una sonrisa que avale el rumbo del gobierno, o si lo que se está haciendo cae bien al jefe de una religión. Está claro que si tenés en ese sillón del poder a un compatriota que encima conocés y hasta sabés que tiene un feeling similar para las cuestiones sociales y políticas tenés que buscar sacarle el mejor provecho posible, sobre todo cuando hay semejantes entuertos de deuda con medio mundo. Pero tampoco hay que dejar que te pasen el miembro por la cara, y perdón por la expresión, que entre sotanas suele perder sentido metafórico.
Alberto Fernández llega esta semana con la mejor al Vaticano, dice que el tema de la legalización del aborto quedará fuera de la agenda para no complicarla y cuando se está yendo la Iglesia le tira un comunicado bajalínea que dice que hablaron de “la protección de la vida desde la concepción”. ¿Qué te pasa, loco? ¿Querés que la Cancillería ponga que hablaron de “la protección de la vida sexual después del nacimiento”? Vendría bien. La visita oficial se dio a un mes de la escandalosa misa del amigo papal Víctor Fernández en La Plata para bancar descaradamente al pedófilo suicidado Eduardo Lorenzo, nada menos que ex capellán del Servicio Penitenciario bonaerense. ¿Se habrá tocado el tema? No te digo que seamos Uruguay, que se pasa por el traste los gestos al Papa y se reivindica un Estado laico. Sé que la Constitución banca el culto católico apostólico y romano, pero después de que te bocharan un embajador por divorciado, ¿te van a cobrar tan caro el apoyo ante el Fondo Monetario? Parece un abuso.
La gran Nico. Hablando de abusos, hay un capítulo todavía inexplorado sobre el rol que tuvo el ex ministro y actual esquiador Nicolás Dujovne en el Banco Nación. En 2018 ordenó al mayor banco público pagarle intereses al Tesoro por sus tenencias en depósitos a plazo fijo, que siempre habían sido gratuitas. El objetivo: mostrar una mejor performance fiscal ante el FMI. La resistencia que hubo en el banco ante ese pedido obligó al ex columnista de TV a incluir ese giro en la ley de presupuesto 2019. Eran unos $ 57 mil millones. De hecho, también había incluido otros $ 70 mil millones por igual concepto en el Presupuesto 2020, pero finalmente ese proyecto nunca se trató y aún está vigente el anterior. ¿Seguirá echando mano a esa caja el ministro de Economía, Martín Guzmán?
En todo caso, se trata de otro abuso en la gestión del Nación, sacudido este verano por el caso Vicentin, el gigante agropecuario que entró en default después de recibir una chorrera de créditos y refinanciaciones tan grosa que hacía que el gerente regional de la sucursal de Reconquista, donde se abrochaban siempre, se quedara con todos los premios internos. PERFIL pudo confirmar que hubo al menos un llamado de Mauricio Macri al jefe del banco, Javier González Fraga:
—¿Qué pasa con Vicentin?, me dicen que los están apretando –fueron las palabras del entonces mandatario, que acto seguido intentó dejar en claro que “hicieran lo que tuvieran que hacer”. También hubo una reunión cerca del cambio de gobierno del propio González Fraga con Gustavo Nardelli, uno de los accionistas de la empresa, que buscaba aire para sus finanzas. En la carpeta de la empresa en el banco, hay sorpresas: cuando terminó el mandato de Cristina, la empresa ya había recibido US$ 170 millones, monto que saltó a US$ 300 millones hacia junio de 2018, desde cuando la entidad empezó a darle un tratamiento blando a la espera de que bajara su deuda para adecuarse a los topes que fija la normativa.
Ojo, el caso Vicentin no es solo una preocupación de los altos cargos de la gestión anterior que en estos días se rascan el higo en Europa o la Patagonia. Algunos que ven conspiraciones en todos lados creen que ahí se está dando otra pelea subterránea por el poder en la Asociación Bancaria, que tiene 100 mil afiliados, de los que unos 18 mil están en el Banco Nación. Aunque Sergio Palazzo, su conductor, lo niega, si crece el escándalo las miradas pueden recaer en un hombre suyo, el gerente general Juan Fragatti, y así eventualmente complicarle su continuidad al frente del gremio. Hay un candidato para sucederlo que viene trepando desde Tucumán. Se llama Carlos Cisneros y tiene el apoyo de Juan Manzur. En el Banco Provincia el impacto de la crisis de Vicentin no tiene la misma dimensión, ya que le prestaron unos US$ 25 millones y además la empresa no superó los límites de crédito. Pero mientras revisa las carpetas de préstamos a otras empresas y se frota los ojos al mirar quiénes y cuánto cobraban por publicidad (cuidado), su presidente, Juan Cuattromo, tomó otra decisión: no renovó el palco para ocho personas que la institución tenía en la platea San Martín de la cancha de River, por $ 1,5 millones al año. Era un lujo que venía desde la época de Daniel Scioli y que en tiempos de María Eugenia Vidal todos conocían como “el palco de Salvai”, porque el que más le sacaba el jugo era el ex ministro de Gobierno de la Provincia.
La posta. El Papa podrá reírse a carcajadas y mil funcionarios del macrismo podrán caminar los tribunales mientras se explican manejos irregulares en bancos públicos, pero nada importará mucho si la inflación no cede y la economía no arranca. El Indice de Precios de Supermercados del Centro de Estudios Scalabrini Ortiz, afín al Gobierno, marcó el 4,14% para enero, a pesar de que el dólar no se mueve desde agosto. El último informe de la consultora PxQ advierte que el Banco Central está bajando la tasa de interés a cuenta de la desinflación que espera genere un acuerdo económico y social del que por ahora mucho no se sabe.
Encima, los motores de la actividad que más podían tirar tienen los esfínteres llenos de preguntas: el campo sobreactúa la defensiva por las retenciones; las industrias del conocimiento esperan los cambios en la ley del sector que entró en stand by; las mineras vieron recular en chancletas a Alberto tras el reclamo ambiental y la inversión más grosa que hicieron las petroleras en el último año fue contratar a Del Moro para un aviso. De hecho, en Neuquén el tema del momento es una toma de 250 familias, entre ellas de ex petroleros, de un terreno de la empresa Pluspetrol. El consumo le reza al sumafijismo pero hay riesgo de que los formadores de precios aprovechen para recomponer márgenes y empujen más el costo de vida. Todo esto activó al ministro del Interior, Wado de Pedro, a convocar en los últimos días a empresarios de peso para promover inversiones especialmente en economías regionales.