El último jueves prometía ser una jornada decisiva para el avance del proyecto de Ley de Humedales pero terminó siendo un fracaso y volvió a postergarse su debate para la semana que viene.
El nuevo “Día D” es el próximo jueves 10 de noviembre, el filo del límite parlamentario para dictaminar e intentar llevar el tema al recinto antes del 30 de noviembre.
Los enojos se multiplicaron sobre todo dentro del sector del oficialismo y aliados que motorizan el proyecto, pero por ahora no hay una salida a la vista.
“Exigimos que el 10 de noviembre sea el día donde diputados de las comisiones competentes dictaminen el proyecto y lo tratemos antes de fin de año. Es urgente dar respuesta a la emergencia ambiental que vivimos en todas las provincias que son atravesadas por humedales”, se quejó el diputado socialista Enrique Estévez, uno de los principales impulsores del texto.
La molestia es con los gobernadores y sus diputados que ponen trabas al tratamiento de la iniciativa y también con Juntos por el Cambio que adujo cuestiones reglamentarias para ausentarse de la reunión. Desde la otra vereda, los opositores le enrostran a Leonardo Grosso que no tiene las firmas suficientes para que avance el proyecto.
Es por eso que Juntos por el Cambio irá con un dictamen propio, en donde se da mayor relevancia a las actividades productivas que se realizan en las zonas donde hay humedales.
“Nuestro dictamen es más específico para despejar zonas grises que genere cuestiones legales o se propague la industria del juicio”, aclaran desde la usina opositora, en donde se preguntan “¿cuál es el objetivo de convocar a una comisión sin cumplir el reglamento más que para hacer demagogia?”.
Los legisladores de la oposición se ausentaron en el último encuentro por considerar que después de un mes de demoras ya estaba caído el cuarto intermedio que se había dispuesto previamente.
