POLITICA
DENUNCIA CONTRA JULIO DE VIDO

Un intermediario y nuevas pruebas confirman fraude por US$ 2,5 millones

“Fue todo mentira”, revela por primera vez un empresario que participó de la importación de gas. El Central abrió un sumario. Documentos exclusivos.

Señalados. El ex ministro de Planificación tenía a cargo el área de Energía. Dromi intermedió.
| Cedoc Perfil

Un giro de US$ 2,5 millones a una empresa ignota “se perdió” en las cuentas de Enarsa, durante la gestión del ex ministro Julio De Vido. Desde 2010, el Banco Central viene intimando a la empresa estatal de energía creada por Néstor Kirchner para que ordene la repatriación de esos fondos, pero las autoridades no pueden explicar dónde está el dinero. El Banco Central tuvo que abrir un sumario interno. Ahora, por primera vez un intermediario reconoce que todo fue “un fraude”.

Inicio. El pago se originó en 2008 por un supuesto anticipo a una compañía española que vendía hornos industriales pero que, por obra del realismo mágico argentino, firmó el primer contrato de importación de gas natural licuado (GNL) con el gobierno kirchnerista. La empresa debía actuar como intermediaria de un cargamento de gas ruso valuado en US$ 57,3 millones, que nunca llegó a la Argentina. PERFIL lo reveló en diciembre en la investigación conocida como “el barco fantasma de De Vido”.

El 21 de agosto de 2008, Enarsa ordenó al Banco Macro que transfiriera US$ 2,5 millones a una cuenta en Barcelona a nombre a la firma Contrater Consulting, radicada en Madrid y sin ningún tipo de antecedente en el mercado energético. El contrato fue absorbido en septiembre de 2008 por Dysan y Diligentia SA, las empresas de Roberto Dromi y su hijo Nicolás.

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Enarsa tenía 365 días para presentar al Central las facturas y los comprobantes que justificaran el pedido al Tesoro de US$ 2,5 millones para el exterior. Pasaron dos años y la documentación no aparecía. Ante las insistencias del Central, Exequiel Espinosa, entonces presidente de Enarsa, admitió que no podían recuperar el dinero.

La empresa fantasma Contrater Consulting era representada por Lloyd Babbel, un enigmático empresario de origen alemán que permaneció inhallable durante años. PERFIL logró comunicarse con él telefónicamente. Vive en Europa. Babbel reveló que la operatoria para comprarle gas a una empresa prácticamente desconocida fue orquestada desde el primer momento por los Dromi en nombre de Enarsa. Ahora, a partir de esta investigación de PERFIL, deberán rendir cuentas ante dos jueces federales.

Contrater Consulting firmó un contrato como intermediaria entre Enarsa y la empresa rusa Severnaya Neft (Petróleo del Norte). Pero Babbel dijo a este medio que todo fue “un fraude”, que la documentación enviada por la empresa rusa era “falsa” y que el contrato con los rusos fue supervisado y corregido por los Dromi. “Esto fue un fraude por parte de los rusos, el contrato después no se cumplió. Pero el barco no existió, era todo mentira”. Dijo que “la persona que aparecía en el contrato con los rusos como responsable no existía”. Según los documentos a los que accedió PERFIL, se trata de Kirill Naryshkin, quien aparece firmando como director de exportaciones de Severnaya Neft. En la compañía no hay registros de ese nombre, y casualmente es un homónimo del abuelo del zar ruso Pedro el Grande.

Consultados por PERFIL, los Dromi negaron tener cualquier vínculo con Contrater y haber participado del contrato entre Enarsa, los rusos con papeles truchos y la firma ignota de Madrid.

Los documentos y el testimonio de Babbel indican que una vez que se aseguraron el giro de US$ 2,5 millones hicieron caer el contrato original, la propuesta rusa desapareció, los Dromi se quedaron con el negocio y enviaron a dos abogados a Madrid para que Babbel les transfiriera el dinero.

En septiembre, Contrater Consulting se disolvió. Firmó un convenio de cesión y transfirió a las firmas de los Dromi los derechos del contrato con Enarsa. Así, les permitió a los Dromi quedarse con US$ 2,5 millones del Estado argentino. Sus empresas terminaron cobrando honorarios por más de US$ 6 millones por oficiar como intermediarias de GNL. Los Dromi dijeron a PERFIL que esos US$ 2,5 millones les fueron descontados un año más tarde, cuando trajeron a la Argentina el primer cargamento de GNL desde Trinidad y Tobago, en mayo de 2009. Sin embargo, el 29 de junio de 2010 Enarsa envió una nota al Banco Macro en la que admite: “Estamos realizando gestiones con el proveedor del exterior con el objetivo de que el mismo proceda a la devolución de los fondos”.

Es la primera vez que funcionarios de Enarsa admiten abiertamente que transfirieron al exterior millones de dólares en flagrante contradicción con las normas establecidas por el Banco Central. Según pudo confirmar este medio a través de fuentes gubernamentales, privadas y bancarias, ese dinero nunca regresó a la Argentina. Casi ocho años después de la transferencia, su paradero es incierto.

Detalle sobre los exclusivos documentos en galería de imágenes:

La investigación de PERFIL sobre un giro de US$ 2,5 millones a una empresa ignota que “se perdió” en las cuentas de Enarsa durante la gestión del ex ministro Julio De Vido está basado en documentos oficiales, testimonios de funcionarios, empresarios y de uno de los hombres que participó en la maniobra. Los documentos incluyen la orden de la empresa estatal para transferir al exterior esos fondos, la respuesta del entonces presidente de Enarsa, Exequiel Espinosa, a la intimación del Banco Central para que las autoridades expliquen dónde está el dinero, la factura que prueba que quedó en manos de la DySAN, de los Dromi, y el contrato firmado entre la firma española, Contrater Consulting, y Enarsa.

DOCUMENTO 1. El 21 de agosto de 2008, US$ 2,5 millones salieron de la cuenta N° 3540-0940147691-3 del Banco Macro, cuya titular es Energía Argentina SA (Enarsa), con destino a la cuenta N° 0142-0001178001201213 del Bank PYME de Barcelona a nombre de Contrater Consulting SL. Como entidad intermediaria operó el Wachovia Bank, con sede en Filadeldia (Estados Unidos). La transacción fue por un total de 7,59 millones de pesos que, al tipo de cambio oficial de ese día ($ 3,03), cubrieron los US$ 2,5 millones facturados por Contrater Consulting al Estado argentino. La firma tiene sede en Madrid y su única actividad declarada es la comercialización de hornos industriales. Jamás había intervenido como intermediaria en una operación internacional de Gas Natural Licuado (GNL) y se disolvió un mes después de recibir los fondos. Estaba al borde de la quiebra pero logró que funcionarios argentinos le autoricen un adelanto de US$ 2,5 millones pese a no tener ningún antecedente en el mercado energético local e internacional. En los documentos oficiales a los que accedió PERFIL, consta la orden de transferencia, el monto indicado, el destino de los fondos y la autorización de Exequiel Espinosa, entonces titular de Enarsa y hombre de confianza del ex ministro Julio De Vido. Los US$ 2,5 millones que Enarsa transfirió a una cuenta en Barcelona a nombre de Contrater Consulting se giraron bajo el código 156 de la nomenclatura interna del Banco Central, previsto para las operaciones de “pago anticipado de importaciones de bienes FOB”, según consta en la solicitud de transferencia al exterior presentada por Enarsa al Macro

DOCUMENTO 2. La opacidad de la operación de Enarsa con la firma española Contrater Consulting provocó que el Banco Central (BCRA) inicie un sumario interno para conocer el destino final de esos fondos pagados por el Tesoro Nacional. El accionar de la autoridad monetaria deja en evidencia la existencia de múltiples irregularidades burocráticas en torno a la compra de GNL, un rubro que por sí sólo le costó al Estado más de US$ 15 mil millones en los últimos siete años. Concretamente, en 2010 autoridades del BCRA intimaron a Espinosa y Raúl Argañaraz -gerente financiero de Enarsa- a que recuperen el dinero transferido al Bank PYME de Barcelona. Sin embargo, por medio de una nota enviada en junio de 2010 al Banco Macro, los funcionarios admitieron su incapacidad para cumplir con su tarea. La norma del Central otorga un plazo de 365 días a la empresa compradora –en este caso Enarsa- para que presente documentación complementaria que acredite que el producto adquirido arribó al país. El objetivo es claro: evitar que se fuguen del país millones de dólares declarados como un ‘pago anticipado’ o ‘prepago’ de una mercadería que luego no ingresa al país. La regulación del BCRA es clara: Enarsa tenía un año –hasta el 21 de agosto de 2009- para documentar el ingreso del cargamento de GNL facturado a Contrater Consulting. La empresa estatal incumplió de manera incuestionable esa norma: a la fecha, es decir, casi ocho después de transferir US$ 2,5 millones a España, no logró probar la existencia del barco de GNL, conocido como Perla Negra en los pasillos de Enarsa en clara referencia al buque homónimo de la conocida zaga de películas producidas en Hollywood. Ni tampoco logró recuperar el dinero. Para determinar las culpas de esa falta, el BCRA abrió en 2010 un sumario administrativo que aún permanece inconcluso. Fuentes de la autoridad monetaria explicaron como el proceso está vigente deben seguir el secreto de sumario que rige la investigación.

DOCUMENTO 3. La firma Contrater Consulting SL conduce directamente al ex ministro menemista Roberto Dromi y a su hijo Nicolás, titulares de DySAN y Diligentia SA. Según registros públicos de Madrid, la última actividad de Contrater data de septiembre de 2008, apenas un mes después de recibir el prepago de US$ 2,5 millones de Enarsa que está investigando la Justicia. PERFIL revela hoy la factura comercial que prueba que esos fondos terminaron en manos de una de las empresas de los Dromi. El 22 de septiembre de 2008, Contrater firmó un convenio de cesión por el que transfirió a DySAN y Diligentia los derechos del contrato rubricado con Enarsa. Esa addenda fue luego ratificada el 15 de diciembre en un nuevo acuerdo entre Enarsa y las empresas de los Dromi que lleva las firmas de los funcionarios Exequiel Espinosa y Raúl Argañaraz, por entonces gerente financiero de Enarsa y otro nombre de estrecha relación con el ex ministro de Planificación. El apoderado de Contrater dijo a PERFIL que en 2008 devolvió los US$ 2,5 millones por gestiones de los Dromi. Según la factura número 111, de 5 de mayo de 2009, la empresa DySAN le facturó a Enarsa esos fondos. La empresa dice que fue a cuenta de un cargamento de GNL que trajo al país en 2009. Pero el Banco Central sigue reclamando la devolución de esos fondos. Los Dromi admitieron a PERFIL que en enero de 2015 recibieron una intimación de Enarsa para poder cumplir con la exigencia del Central, pero ellos dicen que no tienen nada que ver con Contrater Consulting.

DOCUMENTO 4. PERFIL ya había revelado el contrato firmado en agosto de 2008 entre Enarsa y la firma española Contrater Consulting para la primera importación de GNL. El cargamento debía arribar a Buenos Aires a más tardar el 17 de septiembre, pero nunca completó su recorrido. Contrater Consulting fue contratada por la empresa estatal argentina para adquirir un buque metanero de gas desde Rusia. Para ese entonces no existía ninguna terminal de GNL operativa en ese país (la primera se inauguró un año más tarde). El documento está redactado en inglés bajo el título “Sales and purchase contract Russian liquid natural gas”. Su difusión comenzó a dar entidad a las sospechas transmitidas en los últimos años desde usinas empresarialesy políticas en torno al presunto cobro de sobreprecios durante el proceso de importación de gas por barco. El convenio firmado con Contrater Consulting deja en evidencia que Enarsa contrató a una empresa ignota que no contaba con avales suficientes para operar como trader de GNL y le encomendó el aprovisionamiento de gas, una de las áreas más sensibles del manejo energético. Lloyd Babbel, presidente de Contrater Consulting, firmó como apoderado de la empresa. Babbel es de origen alemán y la información sobre él es prácticamente nula. En la edición de hoy de Diario Perfil, el empresario da por primera vez su versión de los hechos y dice que el contrato que firmó fue parte de un “fraude”. La firma se disolvió un mes después de firmar el contrato. Babbel asegura que desde el principio, el contrato fue instrumentado por los Dromi. Los abogados argentinos, que tienen sus estudios también en Madrid, lo negaron ante la consulta de PERFIL.