Luego de aceptarlo como imputado colaborador, el fiscal Carlos Stornelli definió su declaración como "una de las más importantes". Ahora, tras contar en la Justicia las supuestas maniobras de lavado que realizó dentro de la trama de la investigación de los cuadernos, Víctor Manzanares, histórico contador del matrimonio Kirchner, tiene miedo por su seguridad. Por eso, este martes ingresó al programa de protección de testigos del Ministerio de Justicia.
No es para menos, el contador comparte el penal de Ezeiza con muchos exfuncionarios y empresarios procesados por sobornos que podrían ver complicada su situación tras sus revelaciones.
La semana pasada Manzanares selló un acuerdo con el fiscal federal Carlos Stornelli para ser considerado arrepentido en la causa de los cuadernos y para que sea efectivo resta ser homologado por el juez federal Claudio Bonadio.
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El excolaborador de Néstor y Cristina Kirchner fue procesado con prisión preventiva en esta causa, pero ya estaba detenido en Ezeiza desde antes por el caso "Los Sauces", en el cual se investigan supuestas maniobras de lavado de dinero que involucran a la expresidenta y sus hijos, Máximo y Florencia.
Además, su defensa hizo un planteo a la Justicia para que su lugar de encierro no sea Ezeiza, donde están apresados otros exfuncionarios y empresarios involucrados en la causa de los cuadernos, consignó la agencia Noticias Argentinas.
Según dejaron trascender desde la fiscalía, en su declaración ante Stornelli Manzanares aportó detalles sobre los negocios del matrimonio de Claudia Pochetti y el fallecido exsecretario de Kirchner Daniel Muñoz, producto de la recaudación ilegal y detalles de sus maniobras.
MS/EA