POLITICA
ayer en jose c. paz

Vidal se mostró con los históricos del PJ y juega a dividir el peronismo

Inauguró un hospital junto al matrimonio Duhalde y dirigentes justicialistas bonaerenses enfrentados con el kirchnerismo.

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VITAL | PABLO TEMES
La imagen positiva por encima del 70% le da a la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, ciertas ventajas como sacarse una foto con el viejo peronismo que ella misma criticó. El costo, según evalúan en la gobernación, es mínimo comparado a la ganancia que significa darle aire a históricos dirigentes que ya aseguran que competirán por fuera de la estructura del Partido Justicialista para “terminar con Cristina Kirchner”.

El intendente de José C. Paz, Mario Ishii fue el anfitrión del evento que ayer reunió a Vidal con el ex presidente, Eduardo Duhalde y su mujer Hilda; el ex jefe carapintada, Aldo Rico; el intendente Alejandro Granados (Ezeiza); el ex intendente Jesús Cariglino (Malvinas Argentinas); el ex candidato a gobernador, Julián Domínguez; y hasta el diputado krichnerista José Ottavis (aunque nadie se hacía cargo de haberlo invitado).

Me desperté, me fije si era un día peronista, vi el sol y es un día para todos los bonaerenses”, fue la frase con la que decidió comenzar su discurso la gobernadora y se ganó el sonido de los bombos en un acto con toda la liturgia peronista.

Vidal llegó a José C. Paz sabiendo que la esperaría Duhalde y compañía. Fue el propio Ishii quien le comunicó que invitaría a sus viejos amigos peronistas. “El acto lo organizaba Ishii, no nos metemos en quién invita o no y era la inauguración de un hospital, no nos importa quién va”, respondieron cerca de Vidal.

Macri también estaba invitado al corte de cinta de los dos hospitales municipales pero no asistió. “La gente la ama a Vidal, hasta los peronistas que estaban en el acto la aman. Si Macri hubiese venido, seguro se comía un naranjazo”, reconoció un peronista que compartió escenario con la gobernadora. “Como bien dijeron Mario (Ishii) y Eduardo (Duhalde), lo que importa es que la elección terminó en 2015 y ahora la gente quiere que trabajemos juntos”, sostuvo Vidal. En 2017 estos peronistas no estarán junto a Vidal pero serán una de las claves para dividir al peronismo y conseguir que el kirchnerismo  pierda.

“La unidad la manejamos nosotros. No la van a manejar ellos que perdieron las elecciones dos veces. No tiene que quedar ninguno”, dijo Ishii a PERFIL adelantando que lo más probable es que “enfrenten al Frente para la Victoria”, por fuera del partido. De esto hablan hace semanas Duhalde no sólo con Ishii sino con otros dirigentes como Julián Domínguez. “Aún no se decidió a jugar con nosotros y la verdad que hoy no tenemos ningún candidato fuerte, pero mirá si lo tenemos a él y a otros que no quieren jugar con Cristina y desconfían de Massa”, se preguntó un organizador. El acto se terminó de programar entre Duhalde y Granados diez días atrás cuando fueron a pescar juntos. “A mucha gente le gusta el tango y a mucha le va a gustar esto”, dijo Granados a sus íntimos sobre la vieja dirigencia. Pero advirtió que “aunque viejos”, hay “varios que manejan distritos y votos completos”.