El príncipe Guillermo hizo una aparición pública al visitar la sinagoga de Marble Arch en el centro de Londres, dos días después de no asistir a la misa en memoria de su padrino, el rey Constantino de Grecia, que tuvo lugar en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor. Su ausencia en el evento, junto con la de su esposa que se estaba recuperando de una operación abdominal y la de su padre recibiendo tratamiento contra el cáncer, se atribuyó a "motivos personales".
Aunque fuentes del palacio de Kensington aclararon que esto no estaba relacionado con la recuperación de Kate Middleton. Durante su ausencia, la reina Camila se encargó de ser la figura visible de la monarquía, recibiendo a las familias reales griega y española. Mientras tanto, mientras aún se especula sobre esos "motivos personales", el príncipe de Gales regresó al trabajo visitando una de las sinagogas más antiguas del Reino Unido, para participar en una conversación con jóvenes embajadores del Holocaust Educational Trust, promoviendo la lucha contra el odio y el antisemitismo.
Según fuentes del Palacio de Kensington, los casos de abusos y ataques antisemitas están en aumento en Inglaterra, lo que llevó al príncipe Guillermo a acercarse a estas comunidades para entender cómo están abordando este problema y promover la educación y la cohesión. Recientemente, Guillermo, quien fue visto en los premios BAFTA sin Kate Middleton, generando cierto revuelo en su país al resaltar el sufrimiento humano provocado por el conflicto en Gaza.
Durante su visita a la sinagoga, el príncipe se reunió con miembros de la comunidad judía local y con sobrevivientes del Holocausto, quienes compartieron sus experiencias con él. Al finalizar su visita, Guillermo se reunió con un grupo de jóvenes embajadores de diversos orígenes que participaron en el programa emblemático "Lecciones de Auschwitz". Durante su conversación con ellos, aseguró que tanto él como Kate están "extremadamente preocupados por el aumento del antisemitismo".
El objetivo de esta iniciativa es educar a los jóvenes sobre los horrores del Holocausto organizando visitas al campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, en Polonia, donde los participantes se comprometen a compartir lo que han aprendido y a convertirse en defensores contra el odio y la discriminación.
El compromiso político del Príncipe Guillermo
"Sigo profundamente preocupado por el terrible coste humano del conflicto en Oriente Próximo desde el atentado terrorista de Hamás del 7 de octubre. Han muerto demasiadas personas. Al igual que muchos otros, deseo que se ponga fin a los combates lo antes posible", eran las palabras de Guillermo, que no fueron bien recibidas en todos los sectores del país.
"Hay una necesidad desesperada de aumentar la ayuda humanitaria a Gaza. Es fundamental que llegue la ayuda y se libere a los rehenes. A veces, solo cuando nos enfrentamos a la magnitud del sufrimiento humano nos damos cuenta de la importancia de una paz permanente. Incluso en la hora más oscura, no debemos sucumbir al consejo de la desesperación. Sigo aferrándome a la esperanza de que se puede encontrar un futuro mejor y me niego a renunciar a ello", añadía de forma conciliadora días antes de su visita a la sinagoga.
JCCL
