PROTAGONISTAS
De Corea del Sur al mundo

El creador de “El juego del calamar” descarta una segunda temporada

Una situación personal llevó a Hwang Dong-hyuk a idear la exitosa serie. Este surcoreano de 50 años quiere llevar al cine otro proyecto.

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Marketing. Elementos que identifican a El juego del calamar: la niña del primer juego y quienes asesinan a quienes pierden los desafíos. | afp

Para algunos es una versión con actores asiáticos de la idea de Los juegos del hambre. Esto es, una competencia donde, como en la selva, gana el más fuerte. O por caso, el más astuto. Pero las escenas de muerte dominan tanto El juego del calamar como la mencionada Los juegos del hambre. Para Netflix, se estima, la serie generó más de 800 millones de dólares y bate récords de audiencia. Dado el éxito, por ejemplo, el youtuber argentino Jorge Piranello publicó en su canal “Te lo resumo así nomás” un condensado de quince minutos –que ya superó los seis millones de vistas– para aquellos que quieren saber el porque de ese éxito pero son reacios a asistir a escenas de violencia extrema donde la sangre también protagonista. 

Angustias económicas, frustraciones cotidianas y un presente con futuro complicado mueve a 456 participantes de “El juego del calamar” a poner en riesgo su vida en pos de un premio millonario: casi 40 millones de dólares. En cada desafío, un juego “infantil”, quienes no lo superen terminan asesinados. También hay asesinatos entre participantes como para acelerar la eliminación y achicar el número de desafíos. 

Capitalismo. Hwang Dong-hyuk es el cineasta surcoreano detrás de esta exitosa serie. Tiene 50 años y según explicó en algunas de las entrevistas que dio, El juego del calamar tiene un origen autobiográfico. En 2009, la crisis financiera mundial afectó a su familia. “Estaba mal económicamente, mi madre se había jubilado, y yo no conseguía financiamiento para la película que tenía entre manos. Así que estuve casi un año sin trabajo, y yo, mi madre y mi abuela tuvimos que pedir préstamos”, explicó  Dong-hyuk. En ese momento que recuerda como más que difícil, se puso a leer cómics varios, entre ellos, algunos con temáticas de juegos de supervivencia. Y dada su situación económica se preguntó si participaría de uno para salvar de la miseria a su familia. Ese fue el puntapié inicial de El juego… Dong-hyuk también explica que con las muertes sangrientas que enfrentan los jugadores en la serie, él quiso expresar que en el mundo real, la mayoría de la humanidad  “lucha por su vida en circunstancias muy desiguales”. Esa representación generó análisis del sistema capitalista presente y futuro pero este cineasta descarta toda profundidad al respecto porque para él es innecesaria. “La cuestión es muy simple: el orden económico mundial, en general, es desigual y casi el 90 por ciento de la gente lo considera injusto. Durante la pandemia, los países más pobres no pueden –todavía– vacunar a su gente: se contagian de coronavirus en la calle e incluso mueren. Así que intenté transmitir mi mensaje sobre el capitalismo moderno”. Y por eso, dijo por ejemplo al diario inglés The Guardian, “Independientemente del género, hombres y mujeres tienden a realizar acciones desesperadas en situaciones extremas”. Algo que en El juego del calamar sucede casi todo el tiempo, sobre todo, a medida que los participantes salen de escena –y de la vida– bala de por medio. 

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Sin amor. Más allá de los cómics que inspiraron a Hwang Dong-hyuk a crear El juego del calamar, de las series que él reconoce haber visto completas menciona solamente dos: Breaking bad –otro hit en tema series– y Mindhunter.  De Bridgetorn, la serie cuyo récord el surcoreano superó, dijo: “La gente me decía que era muy buena, así que intenté ver el episodio uno, pero no pasé de la mitad. Es que en realidad, no me gustan las historias románticas televisivas y ya van unos seis o siete años desde que estuve en pareja. Quizá por esto último se me hace  muy difícil identificarme.” Según él no habrá una segunda temporada porque quiere hacer otro proyecto pero en cine. Pero “el algoritmo”, es decir eso que define la producción de contenidos de Netflix, parece sediento de más sangre, así que la respuesta puede no ser la definitiva.