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de la universidad a casa rosada

Alejandro Grimson: "Este gobierno no tiene ni va a tener un Duran Barba"

Antropólogo, conoció a Alberto Fernández en 2018 y colaboró en la campaña. Ahora lo asesora y aclara que no le escribe los discursos.

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Despacho. Grimson trabaja en Casa Rosada, con vista a Plaza de Mayo. Es antropólogo y dirige el programa Argentina Futura. | marcelo aballay

En el despacho de Alejandro Grimson hay una pequeña foto. En ella se lo puede ver sonriendo junto a Alberto Fernández y al resto del equipo que compone el Consejo de Asesores del Presidente. La imagen fue tomada luego de una reunión en Olivos y ahora se ubica en un escritorio de su oficina de la Casa Rosada.

Hace poco que el antropólogo social ocupa ese espacio, que cuenta con un gran balcón con vista a la Plaza de Mayo, y por el momento no hay muchos más objetos que parezcan suyos, salvo por esa fotografía. “Antes del 10 de diciembre había entrado dos veces en mi vida a Casa Rosada así que venir todos los días se siente distinto”, cuenta a PERFIL quien en la actualidad se desempeña como asesor presidencial y director del programa Argentina Futura.

—¿Fue difícil pasar del mundo académico al político?

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—Por supuesto son cambios muy importantes. Yo tenía una trayectoria de gestión en el mundo académico, lo que implicaba trabajar muchas horas de oficina, pero obviamente que esto es diferente. Asesorar al Presidente e interactuar con los funcionarios de más alto rango pensando en los problemas del país es una experiencia nueva. Generalmente termino el día contento y exhausto.

—¿Cómo conociste al Presidente?

—Cuando Alberto Fernández decide crear el Grupo Callao, Santiago Cafiero me invita a la presentación y me sientan al lado de Alberto. Más que nada por las cosas que yo venía publicando y escribiendo sobre la necesidad de la unidad. Eso fue en la primera mitad de 2018 y luego seguimos conversando de política en algunos momentos. Más tarde, en 2019, participé y colaboré en su campaña electoral.

—¿Por qué aceptaste ser su asesor?

—Para mí eso podría haber terminado ahí, con la campaña. Podría haber continuado tranquilamente mi trabajo en la Universidad Nacional de San Martín y en el Conicet. Me propusieron incorporarme como asesor presidencial y dentro de un programa para pensar el futuro de la Argentina y me pareció superestimulante. Hay un interés mío casi desde siempre por la relación entre las ciencias sociales y la política. Así que encontré aquí un lugar para trabajar en eso.

—¿Cuáles son tus tareas?

—Nos reunimos con ministros, equipos de distintos ministerios y cualquier funcionario que sea necesario para ir trabajando una agenda que, en definitiva, es la agenda del Gobierno. Son las demandas que van surgiendo de la presidencia e intentamos colaborar con la Jefatura de Gabinete en todo lo que se pueda. Fuera de eso tengo un rol aparte que es la dirección del programa Argentina Futura, que fue creado específicamente para discutir/construir pluralmente el futuro de la Argentina y los grandes acuerdos que necesitamos para eso.

—O sea para combatir la grieta...

—Lo que se dio en llamar la grieta tiene que ver con una forma específica de estructurar la conflictividad. Creo que está claro que en todas las sociedad democráticas que conocemos inevitablemente hay intereses diversos y contrapuestos. Lo que sería positivo en la historia argentina es lograr que esa conflictividad no quede fijada a puntos irreductibles en los cuales podría terminar ocurriendo que una identidad se ponga por encima de una idea. Yo siento que a veces a los argentinos nos cuesta discutir ideas o propuestas como tales y ahí tenemos un problema. Discutamos las acciones, las medidas y las ideas pero sin generar formas de conflictividad que nos impidan abordar los debates de fondo sobre Argentina y el futuro de Argentina.

—Se te mencionó como uno de los que ayudaron a escribir el discurso de Alberto del domingo pasado. ¿Fue así?

—Me gustaría dejar claro que los discursos los escribe Alberto. Los medios han dicho distintas cosas, de las cuales algunas son correctas. Por ejemplo, que tuve el honor de ser parte de un grupo que colaboró con el Presidente para que él escribiera su discurso. Eso para mí es un honor pero lo que quiere decir es que el Presidente relevó los conceptos, se analizó y procesó esa información, se hicieron sugerencias, se aportaron ideas de muchos funcionarios y a partir de eso el Presidente volvió al texto y terminó de definir el discurso.

—¿Cómo llevás la relación con los medios?

—Yo tenía una relación con los medios por dos razones. La primera es por mis libros; la otra por este carácter de intelectual público si querés que me ha llevado a escribir en todos los medios gráficos.Así que ya tengo una trayectoria en los medios. El tiempo dirá con respecto a mi nueva función. A mí lo que más me interesa es contribuir en este momento decisivo de la Argentina.

—¿Y con las redes sociales?

—Nos interesan todas las formas de comunicación y obviamente también las redes porque sabemos que tienen mucha relevancia en términos de distintos grupos generacionales. Ahí todavía hay definiciones por tomar porque no sabemos si se comunicará a través de las cuentas personales o no. Un ejemplo: yo tengo cuentas en las redes pero las uso bastante poco. Twitter casi nada y ahora menos todavía porque hay cosas que uno escribiría porque quiere pero ahora, con otras responsabilidades, ya sabés que tus palabras ya no solo son tuyas. Hay mucho que se va a ir definiendo en los próximos meses.

—¿Cómo describirías a Alberto?

—Alberto es un profesor universitario y abogado con mucha experiencia en la gestión pública. Eso le da ciertas características. Es una persona muy interesada por leer, por analizar, estudiar y poder explicar. Entonces, siempre que tuve o tengo la oportunidad de hablar con él es muy placentero.

—¿Cómo se lo critica a un presidente llegado el caso?

—En mi caso le digo: “Podemos tener un problema con tal cosa”. Pero eso es por un estilo mío, no sé cómo será en otros casos.

—Hablando de estilos de asesorar. ¿Tiene uno similar al de Duran Barba con Macri, por ejemplo?

—Este gobierno no tiene ni va a tener un Duran Barba. Es un gobierno construido en base a la política. Seguramente  tiene muchas cosas para mejorar y perfeccionar pero eso no va a ser en base al marketing. La persona que sabe y decide lo que hay que comunicar en términos conceptuales y de la orientación es el propio presidente. Esa es una diferencia abismal.

Reunión con Dora Barrancos

El rol de la “Primera dama” es una asignatura pendiente en la política.

“Hasta donde yo sé no se está dando asesoramiento sobre el rol de la primera dama”. Esa fue la respuesta que dio Alejandro Grimson a PERFIL durante la entrevista al ser consultado si, teniendo en cuenta los debates sobre el rol de la mujer, se estaba pensando qué posición ocupará Fabiola Yáñez durante la presente gestión presidencial.  

Sin embargo, dos días después la pareja de Alberto Fernández subió a su cuenta oficial una foto junto a Dora Barrancos, también asesora presidencial. “Excelente encuentro en Olivos. Una charla larga y muy interesante sobre niñez, violencia en las redes, los abusos infantiles y otras preocupaciones que compartimos. Me enorgullece que Dora sea asesora presidencial y contar con ella para estos intercambios”, escribió Yáñez. Por ese motivo PERFIL volvió a consultar a Grimson al respecto, y éste contó que hubo un encuentro posterior a la entrevista con PERFIL entre Barrancos y Yáñez. “Hubo una invitación de la primera dama especialmente a Dora Barrancos,  un primer encuentro muy positivo”, aseguró el asesor.